Broche final

Leo en Expansión que Sergi Arola cierra su acuerdo con Occidental que desde 2000 mantenía su restaurante La Broche junto al Hotel Miguel ängel. La cadena hotelera mantendrá el local sin el cocinero catalán, y Sergi y su esposa Sara abrirán en Madrid un nuevo "bistrot".

Conozco a Sergi desde hace más de seis años. La primera vez que fui a La Broche, unos empresarios madrileños me quisieron agasajar y pidieron la mesa frente a la cocina, famosa porque le gustaba al entonces alcalde de Madrid Álvarez del Manzano y a su esposa. Desde entonces, he ido algunas veces más a ese reaturante, al que posee en el Museo Reina Sofía, al del Hotel Arts en Barcelona, incluso al del Hotel El Embajador en Santo Domingo, que fue un maravilloso intento frustrado.
Como conferenciante, hemos trabajado "al alimón" en la apertura del Salón Capital Humano en Madrid (creo que en 2005) y en la semana de la innovación en Palma de Mallorca, así como en programas de radio y televisión. Es un emprendedor nato, con ideas muy claras y un estupendo comunicador. Admiro de Sergi y de todos los cocineros españoles de primer nivel su capacidad de integrar a una comunidad de talento, de hablar bien unos de otros y de transmitir un marketing enormemente atractivo del que todos nos sintamos orgullosos. La cocina española es hoy la primera del mundo gracias a ellos.
"Tras diez años, La Broche ha cumplido un ciclo", ha declarado Sergi Arola. Estoy plenamente de acuerdo. Y también, "las reglas de juego de un restaurante gastronómico sólo las entendemos los cocineros. Es dufícil encontrar empresarios que quieran montar un establecimiento como La Broche".
Por cierto, hablando de artistas, felicidades a Super-Sarkozy, que hoy cumple años (53). Y, esto de forma más seria, a las tres Escuelas de Negocios de nuestro país (Instituto de Empresa, IESE, ESADE) que se mantienen entre las 25 primeras del mundo según el ranking de FT.