El primer thriller gastronómico

Tenía muchas ganas de ver la última película producida por Antonio Saura, El pollo, el pez y el cangrejo real. Se presentó el viernes en el Festival de Berlín en la sección Berlinale Especial y el sábado en la sección dedicada a la gastronomía también de la capital alemana.

Trata de la odisea del chef Jesús Almagro (jefe de cocina del restaurante Pedro Larumbe) que, tras ganar el campeonato de España, decidió prepararse concienzudamente durante 16 semanas para ganar el premio gastronómico más importante del mundo, el Bocusse d’Or (el título alude a los tres ingredientes obligatorios en el concurso: el fletán y el cangrejo real noruegos y el pollo francés de Bresse). ¿Cómo hacerlo? Sometiéndose al juicio de algunos de sus mejores compañeros de cazuelas: Larumbe, Chicote, Sandoval, Arzak y otros genios por el estilo se dedicaron a criticarle a tope para que mejorara. El resultado es el primer “thriller gastronómico” (en palabras del director de la película, José Luis López Linares, Goya al mejor documental). Los propios miembros del equipo de filmación no podían creer lo que sufrió Jesús Almagro, quien en su humildad aceptó una presión extrema y las más duras críticas.


La ficha de la película nos cuenta:
“El pollo, el pez y el cangrejo real es la historia de un gran desafío para cumplir con un sueño, una aventura llena de esperanzas y expectativas, de crudas y duras realidades, a veces hilarantes, a veces agobiantes. El primer thriller gastronómico."El pollo, el pez y el cangrejo Real" es un thriller gastronómico que muestra el esfuerzo de Jesús Almagro, actual campeón de cocina de España y uno de los mejores chefs emergente en la industria gastronómica de los últimos años, para ganar el Bocuse D'Or, el premio gastronómico más prestigioso del mundo que se celebra cada dos años en Lyon, Francia.
Un fascinante retrato de la obsesión, dedicación y auto-sacrificio de un hombre inmerso en un desafío gigantesco que culmina en una mezcla de intriga y emoción. Un documental con todas las cualidades de un thriller, mostrando el lado humano y el arduo trabajo de los más grandes chefs al servicio de la excelencia gastronómica. Si Jesús gana el Bocuse D'Or, será reconocido como uno de los mejores chefs del mundo y su vida cambiará para siempre: prestigio, riqueza y fama, le acompañarán en su éxito para poder seguir las huellas de los anteriores ganadores y abrir su propio restaurante estrella Michelín. Además, si triunfa, Jesús será el primer español en conseguirlo, brindando reputación a su país y ganándose el respeto de sus compañeros chefs en el mundo.
Con el fin de aumentar sus posibilidades de ganar, soportará un arduo proceso de preparación: sacrificar su día a día, cambiar su rutina, entrenarse como si de un atleta para los Juegos Olímpicos se tratara. Su misión es la de conjugar las más originales, novedosas y elegantes formas de preparación y presentación de los tres ingredientes estipulados por la comisión del Bocuse D'Or: el fletán noruego, el pollo francés de Bresse y el cangrejo real noruego.
Tiene que preparar dos platos con estos ingredientes en apenas cinco horas, frente a un bullicioso público y en un entorno con el que no está familiarizado. El control del tiempo, la imaginación, la logística y una fuerte auto-disciplina, serán necesidades de primer orden para ganar el premio. Todo tiene que ser perfecto para convencer a los jueces de Lyon.
Seguiremos a Jesús a través del proceso de preparación, con sus altibajos. Veremos el intento de creación y presentación de estos tres ingredientes y la búsqueda de una receta intrínsecamente internacional y española a la vez. No basta un plato notable, Jesús debe encontrar la perfección para alzarse con la victoria del panel de jueces internacionales.
Durante el largo período de preparación en España, diversos compañeros y compañeras chefs, probarán y opinarán sobre el trabajo de Jesús. Algunos de los más ilustres nombres de la cocina española de hoy, como Pedro Larumbe, Alberto Chicote, Mario Sandoval y Paco Roncero, serán los más escrupulosos y exigentes paladares que un chef podría tratar de impresionar - aparte de los del Bocuse D'Or - y que no escatimarán en ruborizar a Jesús al emplear duras palabras como crítica sus esfuerzos. Día tras día, semana tras semana, durante meses tratarán de ayudarle a encontrar la receta perfecta.
Veremos a Jesús abandonar el concepto de partida mantenido hasta la mitad de todo el proceso, para volver a empezar de cero. Sin embargo, Jesús nunca cesará en sus esfuerzos para superarse y conseguir el orgullo de su país. Después de meses de duro trabajo y haber usado más de 450 pollos de Bresse, 150 kilos de fletán y 275 kilos de cangrejo real de Noruega, está finalmente listo para ir a Francia a enfrentarse al mayor desafío de su carrera profesional. ¿Verá Jesús recompensados sus esfuerzos? o ¿la decepción le esperará al final del día?
Un thriller gastronómico que consigue hacernos la boca agua, un documental único que muestra al mundo una visión de la alta cocina. Una competición de infarto, donde las emociones en la vida de los mejores chefs del mundo son los ingredientes. El viaje de un hombre y su propio esfuerzo para encontrarse a sí mismo, más allá de sus límites y su fascinación por la cocina.”


No quiero desvelar el puesto que obtuvo Almagro en Lyon en el Bocusse d’Or. En el fondo, es lo de menos. Lo importante es que un joven gaditano de 34 años, que ama con pasión la gastronomía, ofrece su talento a sus compañeros para que lo pulan a tope, sin piedad. Y él lo acepta de buen grado. Al fin y al cabo, se considera “un obrero de la cocina”.

En un momento de tanta frivolización del talento (en el que, en la tele, tribunales más o menos inquisitoriales someten a juicio a artistas que con su mejor voluntad desean fama y fortuna), éste es un magnífico ejemplo de bien hacer respecto a la liberación del talento. Una vez más, la gastronomía española demuestra (en este caso, a través de un maravilloso documental) por qué es hoy la mejor del mundo.

Esas son las buenas noticias: se trata de un documental formidable, casi obligatorio para quienes nos interesa el talento y su desarrollo. Las malas son que, en Madrid, la película sólo se exhibe en una sala (Rendir Plaza de España). Comparémosla con Expiación. Más allá de la pasión, producida por Working Title (los de Love Actually). Globo de Oro, nominada a siete oscars (entre ellos, mejor película). En cuatro semanas ha recaudado más de 3’5 millones de euros y se exhibe en 192 salas. Con todo el respeto y cariño para quienes la consideran una obra maestra, a mí me ha parecido lenta, previsible, tramposa (jugando con la música, especialmente con el “Claro de Luna” de Debussy), monótona, aburridísima. Dos horas tiradas a la basura. Sólo me parece salvable el final de Vanessa Redgrave, una gran dama del séptimo arte. Pues ahí está, en recaudación, en críticas y en premios. ¿Por qué no defenderemos lo nuestro (cuando tiene calidad) y se nos caerá la baba ante productos anglosajones que son un latazo?