El sueño olímpico de Beijing

Ayer salimos en vuelo de Air China Madrid-Beijing a las 11 de la mañana. Puntualidad exquisita. Llegamos a las 5:30 de la mañana, hora de la República Popular China (siete horas menos en España). Por tanto, 11 horas y medio de vuelo directo: una comida, una merienda y una cena-desayuno, según se mire. No he dormido absolutamente nada, no he visto ninguna película (no había novedades que merecieran la pena) y tan solo he leído la ¿novela? de Reza a Sarkozy titulada El alba la tarde o la noche, así sin comas. No me ha gustado gran cosa.

La expedición del Master en Gestión Deportiva la formamos 38 personas, entre ellas los profesores Eduardo Beotas (magnífico arquitecto y excelente amigo, que coordina la relación entre el ayuntamiento de Madrid y la candidatura de Madrid 16), Javier Rodríguez Perdiguero (un gran especialista en marketing deportivo y gran persona), la Dra. Leonor Gallardo (directora del master) y su equipo: Juan Bueno, Marta, etc. De lo mejorcito del deporte español.

Al llegar al aeropuerto de Beijing (en la vieja Terminal; el 26 de marzo AIr China inaugura la Terminal 3, el “dragón” de Foster, que es impresionante), nos hemos quedado consternados por el asesinato del ex-concejal del PSOE en Mondragón a manos de ETA. Nos ha recogido una guía llamada Alicia y nos ha llevado directamente al templo del Cielo, donde el Emperador (con poder político y también religioso) se “acercaba” a su padre, Dios, dos veces al año: en el solsticio de invierno y en primavera. Un fabuloso ejemplo de arquitectura, de simbolismo, de vitalidad (estaba lleno de personas mayores practicando tai-chi, baile, badmington, etc.). Después hemos ido al “Beijing Planning Exhibition Hall” de la ciudad, donde se encuentran los modelos de todas las instalaciones olímpicas (que estos días visitaremos una a una) y Beijing al completo, con sus nuevos rascacielos (el más moderno de los cuales es el edificio de la televisión china). En tiempos de gran incertidumbre, los chinos nos demuestran que la estrategia a medio y largo plazo es más importante que nunca.

Es increíble cómo los pekineses están viviendo los próximos juegos, de los que faltan 153 días (Omega lo recuerda con grandes tablas luminosas casi constantemente). El sueño olímpico genera muchísima ilusión. Ojalá Madrid tenga esta oportunidad próximamente.

Tarde libre. Hemos comido 7 de nosotros cerca del hotel e iremos de “compritas” a alguno de los mercados de la ciudad (el de la seda, el de la perla, el de antigüedades, la calle Wangfujing, el mercado YaShow o el PanJa Yuan). La experiencia, también aquí, es un grado a la hora de negociar.

Y mañana, a las 3 de la mañana hora de aquí, viviremos juntos el resultado de las elecciones generales. A decenas de miles de kilómetros, pero como si estuviéramos allí.