Encantado de conocerme


Borja Vilaseca, excelente periodista que suele deleitarnos en las páginas de El País. Negocios (hoy mismo, sobre el escaso futuro que tienen los jefes cínicos) acaba de publicar un libro titulado Encantado de conocerme, subtitulado Comprende tu personalidad a través del Eneagrama.

¿Necesitamos otro libro sobre el Eneagrama? El sistema que presenta es muy poderoso; sin embargo, la mayoría de los textos (numerosos, por otro lado) son meras descripciones de cada uno de los eneatipos. En principio, la respuesta sería no. Las librerías están llenas de obras muy similares sobre el eneagrama.

No obstante, el libro de Borja Vilaseca ofrece dos particularidades. En primer lugar, está muy bien escrito, como no podía ser menos siendo su autor una persona acostumbrada a tratar cada semana la dirección empresarial. Que esté tan bien escrito, que se lea con tanta armonía y fluidez es muy de agradecer en este mundo en el que los lectores suelen sufrir con la contrario.

Por otro lado, respecto al Eneagrama Borja sabe estar en el “filo de la navaja” de mostrar la utilidad de la herramienta sin caer en la descabellada pretensión de convertirla en la panacea. Bien por el realismo.

Borja Vilaseca comienza su tratado con las siguientes palabras: “No creas nada de lo que leas en este libro. Está demostrado que el lenguaje escrito es el menos efectivo de cuantos utiliza el ser humano para comunicarse”. Curiosa (y profunda) advertencia de quien se gana la vida con la escritura cotidiana. Después nos recuerda que “nadie te ha enseñado a vivir de acuerdo con tu verdadera naturaleza” y define el eneagrama como “un manual de instrucciones mediante el cual puedes comprender más profundamente las causas y las consecuencias de tu forma de ser”.

En el siguiente capítulo, Borja nos explica qué es el eneagrama y para qué sirve: “la gran aportación del Eneagrama es que describe a grandes rasgos los nueve tipos de personalidad que forman parte de la compleja condición humana, así como la relación existente entre ellos”. Incluye en el libro el código ético del Eneagrama y pasa a describir cada una de las nueve personalidades, que él llama el reformador, el ayudador, el triunfador, el especial, el observador, el dubitativo, el entusiasta, el desafiador y el indolente. Lástima que no se generara en los inicios del eneagrama un consenso sobre los “títulos” de cada uno de los eneatipos, porque las palabras (y especialmente los adjetivos calificativos) están cargadas de juicios de valor. Dubitativo (el 6) e indolente (el 9) suenan a algo malo; Entusiasta (el 7), Triunfador (el 3), Especial (4) suenan a bueno. Y todos tienen su yin y su yang.

Otra aportación del libro de Borja Vilaseca es incluir en cada eneatipo el descentramiento (la tentación, la sombra) y después, de forma separada, lo que llama la esencia (la evolución positiva), explicada como muy pocas veces lo he leído antes. Y finaliza el libro con “El porqué del viaje interior”, más concretamente con estas palabras: “De ahí la importancia de que no nos creamos nada de lo que se dice, incluyendo, por supuesto, la información detallada en este libro. La experiencia personal es lo único que nos libera. La verdad es todo lo que nos llena el corazón de amor, paz y armonía. (…) Si queremos saber cuál es la mejor actitud que podemos tomar en cada momento, tan sólo hemos de responder con nuestras palabras y acciones a la siguiente pregunta: “¿Qué haría el Amor frente a esta situación?”.

Bravo, Borja, por esta lección de sabiduría y esta apuesta humanista por el autoconocimiento y el Amor.