Elegy

Un día muy intenso, con distintas reuniones con gente a la que aprecio mucho.

Hoy he terminado a las 3 p.m. con la última reunión y me he ido a ver Elegy, la nueva película de Isabel Coixet, en versión original subtitulada. Ha sido una especie de sesión de coaching; en este caso, mi “coach” ha sido la directora catalana (he visto todas y cada una de sus películas y me encantan). Me ha hecho reflexionar y descubrir cosas, que debo incorporar a mi plan de acción.

Basada en la novela de Phillip Roth, “The dying animal” (El animal moribundo), Elegy es la quinta película de Isabel y la primera en la que no firma el guión (es de Nicholas Meyer). Está protagonizada por Penélope Cruz (que interpreta a una joven y distinguida cubanoamericana, Consuela Castillo) y Ben Kingsley (como el profesor de crítica literaria David Kepesh), acompañados por Dennis Hopper, Patricia Clarkson, Peter Saasgard y Deborah harry (Blondie). Es una película sobre la belleza (que puede cegar y transformar), la inteligencia y la sensibilidad con la exquisita delicadeza de las cintas de Isabel Coixet (la música de piano de Erik Satie ilumina la película).

No me parece una aventura erótica, como se ha dicho, sino una montaña rusa de sentimientos. El frío y brillante profesor, amante de la literatura, la música, la ópera, la literatura, sufre de celos, de tristeza, de vergüenza y disfruta como nunca antes del amor. Kingsley, que ganó el Óscar por su interpretación de Gandhi en 1982, es uno de los mejores actores del mundo. Penélope Cruz está soberbia.

El término “Elegía” proviene del griego “elegós”, una reflexión sobre la muerte. Una elegía puede ser algo misterioso para el autor, y también una pieza musical triste.

Como dice el crítico literario Javier Ocaña en El País, “El animal moribundo está lejos de ser una buena novela; Elegy está cerca de ser una excelente película”. Y acaba su artículo señalando que “la primera película (de Coixet) con guión ajeno es seguramente su mejor obra”. Creo que Elegy es, como la belleza que busca el profesor Kepesh, una obra de arte.