Hacia Perú

Vuelo Madrid-Lima a las 12.40 de la mañana. Me las prometía muy felices con Lan (la línea aérea chilena, que admiro profundamente), pero el vuelo era en código compartido con Iberia. Había que llegar tres horas antes; en la T4 y con la tarjeta de viajero frecuente, no he tardado prácticamente nada en facturar. Después, en la sala Iberia durante más de una hora trabajando con el ordenador, hablando con clientes y compañeros de eurotalent: José, Biba, Lola, Marta, etc.

El vuelo ha durado once horas y media. Hace 10 años que no piso el país incaico (en julio de 1998, el motivo fue turístico, en Lima, Cuzco, Machu Picchu, Iquitos y el Lago Titicaca). Por aquel entonces, Madrid-Lima se hacía en 14 horas y coincidí en el vuelo con mi amigo Carlos Pelegrín Fernández López (en ese momento en Caja Madrid y desde hace varios años en Telefónica). Lo pasamos bien charlando de lo divino y de lo humano.

Las dos primeras pelis que han puesto en este vuelo (Como locos… a por el oro y El novio de mi madre) no merecían la pena, por lo que no he dedicado ni un minuto a verlas. Son dos claros exponentes de la crisis creativa que sufre la comedia romántica de Hollywood. Las últimas cintas (con títulos como Algo pasa en Las Vegas o La boda de mi novia) carecen absolutamente de ingenio. Son una sucesión de gags más bien lamentables, a la mayor gloria del actor o la actriz del momento. Y poco más.

Sí he visto la tercera película, Las hermanas Bolena. Es muy poco creíble que Enrique VIII se pareciera físicamente a Eric Bana o que Ana y María Bolena pudieran ser como Natalie Portman o Scarlett Johansson, pero así se re-escribe la historia.

He estado escuchando música (la del canal de “entretenimiento” de Iberia) y leído unos cuantos libros: El genio está en los genes, un interesantísimo compendio de psicología energética (cómo nuestros pensamientos y sentimientos modifican el ADN y transforman la salud) y El arte del Tantra de Guillermo Ferrara. Gracias a la lectura y a la música, dos de mis pasiones, se ha pasado el tiempo bastante rápido. Además, he contestado un tercio de los 272 correos electrónicos que tenía pendientes de responder.

También he estado leyendo Forbes (el listado de las 100 celebridades) y la revista Capital del mes de julio, con El Corte Inglés del siglo XXI como artículo de portada. Consuelo Calle y su equipo están dotando a la revista de personalidad propia, lejos de Emprendedores (que sirve a otra clientela) y al mensaje liberal en lo económico y político de Actualidad Económica bajo la dirección de Miguel Ángel Belloso. Tenemos unas revistas económicas de enorme calidad y esto nos beneficia a todos los ciudadanos.

En Lima me espera una conferencia mañana y un taller de trabajo de toda una jornada el viernes. Ya me han ido llegando correos de algunos participantes con sus expectativas sobre ambas. Estupendo. Seguro que disfrutaremos y aprenderemos mucho juntos.