19 medallas, Custo y Desigual

3 coaching 3, en Burgos y Madrid. La cosa no para, ni a finales de julio.

Leo en la prensa un resumen del informe de Pricewaterhouse Coopers Economic Briefing Paper: Modelling Olympic, que asigna medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín a los distintos países basándose en criterios de población, nivel de renta y situación política de cada nación. Tanto en 2000 como en 2004 PwC realizó este análisis y consiguió explicar el 90%. Según este estudio, España obtendrá 19 medallas (las mismas que en Atenas 2004, 3 menos que en Barcelona 92, nuestro record absoluto). China conseguirá 88 medallas (25 más que en las anteriores Olimpiadas, por su crecimiento y ser sede olímpica), una más que Estados Unidos (que pierde 16 respecto al 2004).

No le damos importancia, pero según este informe, salvo China, los demás países pierden metales (EEUU, 16; Rusia, 13 hasta 79; Alemania, 5 hasta 43; Australia, 8 hasta 42; Japón, 3 hasta 34; Francia, 3 hasta 30; Italia, 3 hasta 29; Reino Unido, 2 hasta 28 y Corea del Sur, 3 hasta 27). Y los españoles, manteniendo el número de medallas (como explicábamos Leonor Gallardo y un servidor en el libro Liderazgo, Empresa y Deporte el éxito de nuestros deportistas no se explica desde parámetros poblacionales, de renta o de práctica deportiva, sino desde el espíritu de unos cuantos quijotes que aúnan pasión y método).

Por otro lado, he leído que Custo Dalmau iniciará acciones legales contra Desigual por imitación sistemática de la marca y sus productos. El diseñador ha declarado a la agencia EFE que “se siente especialmente dolido porque este oportunismo se produce por parte de alguien de la misma ciudad, y porque con esta forma de actuar lo que hace es diluir la percepción de creatividad y lo genuino de la que gozan Barcelona y España”.

Pondría las dos manos por Desigual en este caso, sin el menor género de duas. Estoy convencido de que, con más de 1.000 profesionales y 90 tiendas en todo el mundo, son protagonistas de un proyecto propio, original (No es lo mismo) lanzado con ilusión y enorme rigor profesional. En alguna otra ocasión he escrito que Desigual entiende como pocas organizaciones la filosofía y las vivencias de la Generación Y. Es una lástima que otra empresa de la misma ciudad y sector ataque a un referente de la industria, porque no andamos sobrados de "clase creativa".

Custo dice que “es el primer caso de copia sistemática y reiterada de un proyecto global para aprovecharse de la creatividad y la filosofía de una marca que nació hace 27 años como un proyecto que tiene como ADN el grafismo, la fusión de materiales y el color”. Me temo que Desigual va mucho más allá: es una propuesta de valor para hacer de este mundo un lugar mucho mejor: más desenfadado, más divertido, más feliz.

Con todo respeto, yo de Custo me preocuparía más de la copia y piratería de sus productos en China, que son un escándalo que cualquiera de los que hemos viajado a aquel gran país hemos podido comprobar, y de transformar su negocio en una gran empresa (con su estrategia de futuro; su estructura flexible pero clara; su comunicación continua y sistemática; su misión, visión y valores; su estilo directivo versátil; su clima laboral de satisfacción, rendimiento y desarrollo; la empleabilidad de sus profesionales). Las empresas perduran; los negocios son efímeros.

La vida es así. No sobreviven los más creativos, por geniales que sean o se consideren, sino los más innovadores.