Un buen ejemplo de ciudadanía

Apenas ha pasado desapercibida, y podría considerarse una de las mejores noticias del día. En el AVE de vuelta de Málaga a Madrid, entre guerras en el corazón de Europa que rompen la tregua olímpica, datos de la crisis económica y trágicos sucesos de todo tipo, leo que un joven nigeriano de 24 años se encontró una cartera mientras vendía pañuelos de papel y, a pesar de no tener papeles, contactó con la Policía Nacional para devolverla.

Dom Anby Okonwo estaba vendiendo kleenex en un semáforo de Sevilla, junto al Puente de las delicias, a una temperatura que bien podía acercarse a los 40 grados. Junto con otro compatriota, Kingsley Kene Odigbo, trataba de convencer a los conductores de que les compraran un paquete de pañuelos a cambio de algunas monedas. El joven nigeriano se dio cuenta de que, junto al semáforo, había una cartera de piel de tamaño cuartilla. Cuando la abrió, contenía 2.700 euros en billetes de 500, 50 y 20, además de documentos bancarios.

Todos los que creen que “el hombre es un lobo para el hombre” (Hobbes), pensarían que un inmigrante sin papeles que no habla nuestro idioma y a quien la vida no se lo ha puesto precisamente fácil simplemente se quedaría la cartera y lo que contenía.

Pues no fue así. Esperó a que pasara un vehículo de la Policía Nacional y le hizo señas para que se detuviera. Junto con Kingsley (Dom no habla castellano), les entregó a los agentes la cartera y les explicó que si la habían recogido es porque podía contener documentos importantes. Fernando P.G., de 68 años, debió dejar la cartera en el asiento de la moto que llevaba y se había caído cerca de donde estas personas vendían sus paquetes de pañuelos.

Un rato después, Fernando pasó por el lugar del extravío. Les entregó 50 euros, les dio las gracias y les deseó mucha suerte.

¡Qué gran ejemplo de honestidad, de ciudadanía y de integridad del ser humano! Aquellos que piensen que Don Anby Onkowo cometió una estupidez, por favor que se lo hagan mirar.