Jornada en Cantabria, mi querida Cantabria donde está mi origen materno. Vuelo de las 9.45 horas de la mañana. Coincido en el Madrid-Santander con Blas Mezquita, Presidente de SNIACE, empresa de referencia en la comunidad autónoma y en toda España, porque ha vivido una transformación fundamental. Dentro del avión, tengo el 6C y Blas el 6D (pasillo con pasillo). Repasamos la actualidad y el momento económico.
En Santander, un día precioso, soleado, con un cielo azul y un delicioso calor. La gente, en las terrazas en el Paseo de Pereda.
A las 11, ya en la Cámara de Comercio de Cantabria (junto a la Porticada), rueda de prensa con algunos medios de la región, Hablamos de este momento de incertidumbre, de la calidad directiva, de la necesidad de detectar y desarrollar el talento, del liderazgo a todos los niveles, del futuro de las empresas… A las 12.40 horas, entro en directo en el programa de Onda Cero que presenta Hugo Lebaniegos.
Comida en el Marítimo, con Antonio Mazarrasa (Secretario General de la Cámara de Comercio de Cantabria) como anfitrión. Los comensales, Marisol Besabe (Directora Académica de la Deusto Business School), Fermín Trueba (Director de CESTE) y Crisitina, también de CESTE, Isabel Cuesta (Directora de formación, empleo y creación de empresas de la Cámara) y un servidor. Anchoas y rabas de la tierra, y un rodaballo para seis.
Fermín me ha enseñado CESTE, junto a la segunda playa de El Sardinero. Un conjunto muy interesante, armónico, formado por tres edificios unidos entre sí, con unas vistas espectaculares de las playas, hasta el Palacio de la Magdalena y las montañas que rodean la capital cántabra. Allí, los cursos de turismo de Altamira, los de español para extranjeros de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo… Me ha gustado mucho.
A las 5.30 de la tarde, reunión de Marisol Basabe (DBS) y Enrique López Viguria (ESADE) con futuros alumnos del Programa Executive en Estrategia y Gestión de Empresas impartido por ambas “business schools” en Santander como programa conjunto con Cámara Cantabria y CESTE. Me ha encantado poder asistir a la sesión de preguntas y respuestas con jóvenes profesionales interesados por formarse y acrecentar su talento directivo.
Y a las 7, conferencia en la Cámara de Comercio sobre Talento y Liderazgo en momentos de incertidumbre, como acto de presentación del mencionado Programa. Han intervenido Modesto Piñeiro, Presidente de la Cámara de Cantabria (que me ha hecho una presentación muy cariñosa y emotiva, que le agradezco), Juan José Arrieta (como Director de la Deusto Business School), Enrique López Viguria (como Director Académico de Esade Business School) y Fermín Trueba (como Director de CESTE). Cuatro primeros espadas reunidos en un acto que ha convocado a más de 150 asistentes.
He tenido el privilegio de poder hablar ante tan selecta audiencia (en la que se encontraban grandes amigos como José Villaescusa, Carlos Herreros de las Cuevas, Jesús Barros, Antonio Lamadrid, etc.) sobre el Talento y el Liderazgo en estos tiempos. Sobre la necesidad de aprovechar la incertidumbre para cuestionarnos qué podemos aprender y cómo mejorar, sobre este “cambio de época” (era conceptual, economía conductual, importancia de “lo gratis”), sobre el Talento individual y colectivo (Equipos de verdad), sobre el liderazgo versátil, la necesidad de fomentar meritocracias en las organizaciones, etc. Más de una hora, hasta las 8.35 pm, que era precisamente la hora del embarque en el aeropuerto de Parayas.
Como cuando hay caos suele aparecer un “ángel” que te ayuda decisivamente, el taxista que me ha llevado al aeropuerto lo ha hecho exactamente en diez minutos. He embarcado prácticamente con la última llamada.
Y me he encontrado con Marcos Pantaleón, Presidente de APIA XXI. Marcos es un gran emprendedor, profesor universitario, investigador y dirige una compañía con más de 600 profesionales. Su asiento, el 9D. El mío, el 9C. Pasillo con pasillo. ¿Casualidad o “causalidad”? Hemos hablado de la necesidad de cambiar el modelo productivo y de la dificultad de hacerlo en las condiciones actuales. En sus palabras, “lo que hemos de hacer es investigar de verdad, a través de patentes que se vendan, y que los jóvenes trabajen en el extranjero”. Investigar y salir de casa. Esforzarse de verdad para salir adelante. No sé si lo veremos, pero no nos queda otra.
Y en la parada de taxis de la T4, me ha “tocado” un conductor que se quejaba de que viva tan cerca del aeropuerto y que fuéramos por el peaje. Por el tono de voz, me he dado cuenta de que ya se me había quejado en una ocasión anterior. “¿Usted ya me ha llevado antes, verdad?”, le he preguntado. Se ha hecho el silencio. 21 euros y 35 céntimos. Le he dicho que se cobrara 25 euros, a ver si así mejoraba. Ni con esas. Peor para él.
Por cierto, me he perdido la vuelta de La Roja al estadio Happel de Viena, donde ganó la última Eurocopa. 1-5 frente a los anfitriones. Me hubiera encantado verlo, pero no importa. Ha sido un día muy completo en Santander, un ejemplo de generosidad de los anfitriones y de los organizadores, de interés de los participantes, de reflexión para la acción.