La decisión de Ferran

Buena parte de la prensa económica de este fin de semana ha tratado la decisión de Ferran Adrià, el mejor cocinero del mundo, de cerrar El Bulli de 2012 a 2014. Paz Álvarez le dedica las dos páginas de portada de su suplemento Empleo y Directivos en Cinco Días: Parar para renacer. Cita a Marcel Planellas (ESADE), que hizo un estudio sobre Ferran hace tres años y que considera que “la estrategia es buenísima”. Otros, como Santi Santamaría (“su principal detractor en los fogones”, escribe Paz), consideran que únicamente es una cuestión de marketing. Rafael Ansón, Presidente de la Real Academia Española de Gastronomía, cree que “es muy inteligente y ha elegido con cuidado el momento de anunciar el paréntesis, no es una marcha definitiva, va a volver reforzado y muchas veces son necesarios esos parones en la vida de un profesional”. Paz conecta muy acertadamente este cambio, esta renovación, con el caso de Gabriel Masfurroll, hasta ahora Presidente (y creador) de USP Hospitales: “Los directivos necesitamos en algún momento tomar distancia con lo que estamos haciendo en el día a día, para pensar. Estamos sometidos a demasiadas presiones, el mundo cambia muy deprisa, todo sucede a gran velocidad y llega un momento en que hay que parar. Yo acabo de hacerlo y es sanísimo, y creo que la gestión de hospitales va a continuar siendo un éxito”. Paz acierta además cuando conecta esa decisión con la importancia que Ferran le da al equipo y con el hecho de que su hermano Albert decidiera en 2008 seguir su propio camino. El Bulli registró en 2004 unos beneficios de 288.877 €, en 2006 de 124.000 € y en 2008 de 63.000 €. Además, “El restaurante es la bandera de la marca Adrià, es lo que le ha permitido expandirse, pero es lo que ha tenido el mayor desgaste. La marca se ha comido el producto estrella. Por ello, El Bulli necesita reinventarse, renovar” (Enrique Vila, DG de Grey Group). Vila le compara con Steve Jobs, porque ambos crean mucha expectación, son capaces de crear y de marcar tendencias. Magnífica reflexión la de Paz Álvarez, muy completa.

En Expansión & Empleo, Santiago Álvarez de Mon también reflexiona sobre Ferran, las carreras profesionales y el éxito. “En lugar de morir atrapado en sus garras y empobrecerse en sus narcisistas redes, uno se aparta del camino, hace un alto y reflexiona sobre el futuro. ¿Mero descanso, por otra parte bien merecido? Pudiera ser, pero no va de eso.” Como piensa SAM (y comparto plenamente): Si El Bulli, en la cima, se tiene que reinventar, ¿qué decir de tantos ejecutivos y tantas organizaciones? “Para aprender, desaprender hábitos viejos y viciosos”. El profesor Álvarez de Mon concluye: “Gracias, señor Adrià. Con que algunos profesionales sigan su ejemplo, profesores, arquitectos, directivos, médicos, políticos, me doy con un canto en los dientes. Su decisión es un master en prudencia e inteligencia, amén de sacar sobresaliente en marketing”. Excelente reflexión, querido Santi.

También en E&E, Quique Rodríguez escribe sobre que La crisis impulsa a la Universidad (incremento de un 5’6% en aspirantes a universitarios en exámenes de selectividad). Beatriz Elías se centra en la Formación: un arma para combatir el paro. La tasa de ocupación de los que poseen titulación superior sobrepasa el 80%; en los que sólo han llegado a primaria, el 30% (estudio Bancaja-IVIE). Nueve de cada diez personas con estudios universitarios trabajan. Un licenciado gana un 82’5% más que una persona sólo con primaria. Tamara Vázquez habla del programa Recruiting Erasmus y del Networking. Ángela Méndez escribe sobre MBA’s ¿Ángeles o Demonios? de Juanma Roca (“Su lectura es recomendable, tanto si se quiere estudir un MBA, como si se es profesor de estos centros o piensa contratar a un profesional con esta formación o simplemente quiere conocer todo lo relacionado con este tipo de docencia”). Montse Mateos escribe sobre Los escaqueados, ¿seductores o caraduras? Cita a Paco Muro (que cree que “estos especimenes son natos” “una cigarra sin invierno”), Lofti El-Ghandouri (“son los surfers de los negocios”), a Douglas McEncroe (son un 10%, “no defiendo un sistema en el que se puede despedir a cualquiera por nada, pero es muy difícil desprenderse de alguien que sencillamente se escaquea) y a un servidor, que conecta su existencia a una cultura y un clima poco meritocráticos, puesto que son lo contrario a la Clase creativa). Además, en su artículo Pilar Cambra reivindica la curiosidad sana y en “Cine de Gestión” Ignacio García de Leániz habla sobre Up in the air: “Jason Reitman ha filmado un muy serio aviso a los navegantes en plena galerna. A pesar de no ser perfecta, vayan a verla. Es necesaria”. No puedo estar más de acuerdo contigo, querido Iñaki.

En el suplemento de Cinco Días antes mencionado, mi buen amigo Julián Trullén se pregunta ¿Alguien se atreve a cambiar de paradigma? Se trata de uno nuevo, “en el que las organizaciones sean sistémicas, es decir, sistemas abiertos y dinámicos, convertidos en comunidades de aprendizaje e innovación, en las que se compartan retos, los líderes estén al servicio de sus equipos y los empleados sean percibidos como seres humanos con pasión, imaginación, respeto, cariño y libertad, capaces de pensar y de crear más allá de su conocimiento y experiencias previas.” Juli nos dice que hacen falta “cambiólogos” en lugar de consultores. Y conecta todo esto con el 2012, el calendario maya. Sí, el cambio de época.

¿Nos reiventamos como Ferran Adrià o nos hundimos enterrados con el viejo paradigma? De nosotros depende, claro está.