Anoche llegué a la Ciudad de México a eso de las 8 de la noche (3 de la madrugada, hora española). De ahí al Hotel Nikko, en la prestigiosa zona de Polanco. En el avión (más de 11 horas), he estado viendo tres películas: "Win Win" (una cinta independiente que no está mal, con un Paul Giamatti creíble y entrañable), "El Inocente" (un thriller de abogados interesante) y "Soul Surfer" (basada en una historia real, sobre una joven hawaiana que pierde un brazo por un tiburón) y he leído el libro "Aquí, ¿quién manda?", de Pascual Montañés y otros profesores del IE Business School.
Esta mañana, a las 6, me estaba esperando en la recepción del hotel el licenciado D. Pedro Bordas, Director General de AMEDIRH (la Asociación Mexicana de Directores de RR HH). D. Pedro ha sido anteriormente miembro del gobierno del Presidente Fox y ha desarrollado una impresionante labor para quienes llama “la Gente Grande” (personas mayores de 60 años, que en Máxico son hoy el 9% de la población y en el año 2050 representarán más de un tercio del total) para que tengan un empleo adecuado y puedan seguir siendo útiles a la comunidad. Durante las 2 horas que hemos ido charlando desde la Ciudad de México a Querétaro, me ha impresionado la actividad de AMEDIRH (su próximo Congreso Internacional, en septiembre, es magnífico) y la energía de Pedro Bordas, inmerso en proyectos muy sugestivos para potenciar aún más la función de Recursos Humanos.
Llegada a la Mansión Galindo (Hotel Fiesta Americana), una hacienda del siglo XVI que Hernán Cortés regaló a La Malinche. Un sitio precioso donde se celebra el Programa de Formación de Líderes para PEMEX, cuyo primer taller tengo el honor de facilitar. Ha presentado el taller D. José Luis López Lepe, Presidente de AMEDIRH y Jacqueline Arévalo, responsable del Programa por parte de PEMEX. Jacqueline es positiva, alegre, entusiasta, comprometida y luchadora. Un lujo para esta compañía.
Después hemos trabajado de 9 a 2 y de 3.30 a 6.30 “Desarrollo de otros” (el/la líder como coach). PEMEX es la empresa número uno de México y una de las 45 mayores empresas del mundo. Me ha encantado que sus gerentes, con enormes responsabilidades, se sienten muy orgullosos no solo de su compañía, sino de ser mexicanos. Son personas muy comprometidas, conscientes de que su preparación técnica (que es de talla mundial) ha de complementarse con mayores y mejores habilidades y competencias de liderazgo. A este taller le seguirán otros seis (todos, de dos jornadas) en el Programa de Formación de Líderes.
Después he tenido el privilegio de firmar ejemplares de “El Mundial de La Roja” a cada uno de ellos. Nuestra selección de fútbol es admirada en todo el mundo y jugó su primer partido, después de ganar el campeonato del mundo, precisamente aquí en México.
He tenido la suerte de cenar con Jacqueline, Angie, Silvano (PEMEX) y Alonso (AMEDIRH). Hemos hablado de “los tres cerebros”, de efectividad organizativa, de estilos de liderazgo… Una cena muy agradable. Aquí también hay pavos reales en los jardines.
México es un país con un gran futuro, no me cabe duda. Lejos de quejarse continuamente, como suele pasar en algunos países de la Vieja Europa, tienen un nivel de calidad de servicio impresionante (como he comprobado en el Nikko, en el Fiesta Americana, etc.) y se centran en hacerlo cada vez mejor. Comparten un sano orgullo que es una gran ventaja competitiva.
Mi agradecimiento hoy a Pedro, José Luis, Nelson, Juan Carlos, Nicolás, Jacqueline, Alonso... Personas encantadoras que están haciendo todo lo posible porque mi estancia en México sea perfecta.