Hoy Zoe quería ir a
ver la exposición sobre Leonardo da Vinci en el Canal de Isabel II. Después de
desayunar, hemos ido a ver Da Vinci. El
genio de Grande Exhibitions (fundada por Bruce Peterson) y la Asociación
Anthropos, junto a Modesto Veccia (experto vinciano radicado en Florencia). Una
exposición magnífica, realmente espléndida, sobre el mayor genio de todos los
tiempos.
Primero, una película
en 3D conecta sus investigaciones con los elementos (agua, aire, tierra,
fuego), con el alma vegetal, con el alma animal y finalmente con la mayor
creación de la naturaleza, con el alma humana.
Y después, la propia
exposición. Partiendo de una cronología de su vida y su tiempo (1452-1519), es
nos muestran sus trabajos: invenciones mecánicas (el automóvil, el submarino,
el tanque, la ametralladora, el gato mecánico, la cámara, el equipo de buceo,
el helicóptero, el planeador, los rodamientos de bolas…), el vuelo, la
ingeniería militar, la física, las máquinas civiles, la ciudad ideal, la hidráulica
y las máquinas acuáticas (“el agua es la fuerza motriz de la naturaleza”),
óptica, instrumentos de música y medición del tiempo, El hombre de Vitrubio,
dibujos anatómicos, arte renacentista, los dibujos de la batalla de Anghiari,
el escultor (el caballo a la memoria de Francesco Sforza), reproducciones de
sus códices… Y además, Los secretos de la
Monna Lisa (el ingeniero francés Pascal Coté, inventor de la cámara
multiespectral, pudo fotografiar el cuadro más famoso del mundo con una
resolución de 240 millones de píxeles, y así se extrajeron hasta 25 “secretos”
que guardaba el retrato), La última cena (“Cuando
el espíritu no trabaja con la mano, no hay arte”).
Me ha alegrado
muchísimo haber visto esta exposición. Con el audioguía, hemos estado escuchando
las explicaciones sobre cada una de las obras y tanto Zoe como un servidor
hemos aprendido un montón.
Da Vinci. El genio me ha provocado tres
reflexiones. La primera ha sido recordar cuando investigué sobre Leonardo para
mi libro Leonardo da Vinci y su Códice
para el Liderazgo. Cómo el entorno
propicia la genialidad. “Un libro importante el de Juan Carlos Cubiero,
original, profundo y divertido. La biografía aducida atestigua la inmensa
documentación contenida en sus páginas. Se han publicado muchos libros sobre
Leonardo, pero en ninguno he visto tan vivo al maestro como en éste.”, decía el
gran poeta y pensador Luis Alberto de Cuenca en el prólogo de aquella obra.
Wharton-Universia me entrevistó en 2008 sobre esta obra: www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&id=1392&specialId=94
“Hay tres clases de
personas: aquellas que ven, aquellas que sólo ven lo que se les muestra, y
aquellas que no ven”, escribió Leonardo. Esa es la segunda reflexión. Miles de
personas en la exposición, con carritos de bebés y niños vociferantes, pasaban
por la exposición pero Da Vinci no
pasaba por ellos. Sin reflexión, sin conocimiento, sin aprendizaje… Leonardo es
un gran mentor, uno de los mejores ejemplos de observación de la naturaleza y
de su tiempo, si uno está preparado para ello. Es el papel de la cultura, como
ayer se destacaba en Silos. Por eso el Talento es escaso, porque la mayoría de
los visitantes a una exhibición tan poderosa ni ven, ni oyen, ni entienden. Una
lástima, un desperdicio.
Y la tercera tiene
reflexión tiene que ver con el liderazgo y las organizaciones. Si no hubiera
sido por mi hija, probablemente me la habría perdido, porque con esto de la
crisis se ha hecho poco énfasis, poco marketing, en Da Vinci. El genio. Entre las frases de Leonardo que recoge el
catálogo, están “Haces daño si alabas, pero más aún si censuras lo que no
entiendes”, “Aquel que quiere ser rico en un día, terminará colgado en un año”,
“Aquel a quien le gusta practicas si la teoría, es como un navegante sin
escuadra y compás, y nunca sabrá dónde puede llegar”. Aviso a navegantes (sin
escuadra y compás): su improvisación les impedirá llegar lejos.
Hemos estado más de
dos horas en esta maravillosa exposición. Leonardo Da Vinci es un magnífico
mentor para este cambio de época.
Y es que la felicidad
es la máxima aspiración humana. Por la tarde, el Clásico: FC Barcelona – Real
Madrid. Esta vez los Guerreros de Mourinho han vencido a los Mosqueteros de
Guardiola. Un partido intensísimo, de muy alto nivel (no entiendo las críticas
que han dicho que el Barça no ha jugado bien) entre las dos mejores escuadras
del mundo. Un disfrute absoluto para los amantes del balompié.
En el Marca, a página
entera: “Descifrando el Código Mourinho”. Así es, el Código Mourinho. Conviene que aprendamos de nuestros grandes
entrenadores.
Me he alegrado
muchísimo por todos los niños aficionados al Real Madrid (como en su día, por
los chavales que animan al FC Barcelona). Y me ha gustado que saliera 'el pirata' Granero, con quien estuve charlando antes de ayer en el Hoy es Marketing 2012 y me comentó que estaba leyendo Mentalidad Ganadora.
En los partidos de esta semana (las
semifinales de la Champions y la Europa League), creo que, llegados a estas
alturas de la temporada, el “factor campo” ha sido determinante. Los
aficionados del Bayern, el Chelsea, el Sporting de Portugal, el Atlético de
Madrid hicieron posible el triunfo de sus equipos. No en el Camp Nou: el Barça
tuvo una posesión superior al 70% pero no olfato de gol suficiente…
Y todavía tenemos el
final de la Liga (quién se va a salvar, quién irá a la Champions y a la Europa League),
la final de la Champions y la de Europa League (en ambos casos, ojalá que entre
dos equipos españoles). Citando de nuevo a Leonardo da Vinci: “Hace tiempo que
me di cuenta de que las personas con logros raramente se sientan y dejan que las
cosas les pasen. Se aventuran y hacen que las cosas pasen por su causa”. Así
sea.