Vuelo Madrid-San
Sebastián a eso de las 12.25 h. En Barajas y en el vuelo he estado leyendo Haz que cada mañana salga el sol… y que sea
el más feliz de tu vida, de Arancha Merino. Compartí con Arancha la comida
de autores del pasado jueves en ExpoManagement y me quedé con el gusanillo de
leer su libro (Arancha era la autora más novel, y un servidor e decano), Pues
bien, Haz que cada mañana salga el sol me
ha gustado mucho, porque es un excelente texto introductorio de las emociones.
Licenciada en Ciencias económicas y
empresariales, tras una carrera de éxito en el mundo de la televisión, decidió
a los 40 años cambiar el lujo, el supuesto poder y el oropel por la enseñanza
de la gestión de las emociones a docentes, padres e hijos. Ni que decir tiene que
como asesora y formadora emocional es más feliz que como mandamás de gran productora
de TV (su dedicatoria: “A Emilio, mi amor. Su apoyo, su fuerza y su empuje son
los que me han motivado a escribir este libro” me ha enganchado).
En la primera parte, Déjame que te cuente, nos aporta una
serie de valiosos datos (“los programas de educación más efectivos son los que
promueven el autocontrol, la capacidad de regular las emociones, la orientación
a un propósito, la no dispersión y la sociabilidad, según el premio Nobel de
Economía James Heckman”; “el 50% de los fallecimientos en EE UU se deben a
enfermedades de origen psicosomático”) y nos habla del maltrato sutil (la autora cita a Diego Jiménez: “No olvides nunca
que la verdadera belleza es una actitud, y que eres increíblemente bella cuando
eres auténtica”).
La segunda parte es sobre El mundo de las emociones. A Arancha le
gusta hablar de “energía emocional”: la energía que recorre las células de
nuestro cuerpo preparándolo para la acción. Se dice que hay emociones negativas
(rabia, tristeza o miedo) y positivas. La autora prefiere diferenciar entre “emociones
auténticas” y “falsas emociones”. Buen hallazgo. La emoción es “energía en
movimiento”, que nos moviliza e impulsa a pasar a la acción. Las emociones
auténticas sirven para solucionar problemas, generan energía positiva, aportan
salud física y psicológica, motivación y entusiasmo. Las falsas emociones
generan negatividad, aumentan los problemas y provocan trastornos en la salud.
Arancha Merino conecta las seis emociones básicas (Darwin) con las seis
motivaciones básicas: Seguridad, Desarrollo, Justicia, Reconocimiento,
Pertenencia y Plenitud y nos propone nombrar adecuadamente nuestras emociones y
ser conscientes de ellas. Porque nuestra capacidad de sentir tiene que ver con
los cinco sentidos.
Y eso nos lleva a la tercera parte, Descubre tus emociones. Al menos, las
seis básicas.
1. El MIEDO: el auténtico nos sirve para detectar una amenaza, para garantizarnos a seguridad. No confundir con las
disfunciones del miedo: La impotencia o incapacidad (falso miedo, en lugar de
tristeza auténtica), la insignificancia (falso miedo, en lugar de rabia
auténtica), la cobardía (falso miedo, en lugar de orgullo auténtico), al
desconfianza (falso miedo, en lugar de amor auténtico) y la adversidad y
anticipación de problemas (falso miedo, en lugar de energía auténtica).
2. La TRISTEZA: nos ayuda a percibir las pérdidas.
Las disfunciones son el pesimismo (falsa tristeza, en vez de miedo auténtico),
la culpa y depresión (falsa tristeza, en vez de rabia), la negatividad (falsa
tristeza, en vez de alegría).
3. La RABIA: nos ayuda a detectar la injusticia. No confundir con
disfunciones como la fanfarronería (falsa rabia, en lugar de miedo), el rencor y
resentimiento (falsa rabia, en lugar de tristeza), la envidia (falsa rabia, en
lugar de orgullo), la amargura (falsa rabia, en lugar de alegría). Con la rabia
mal encauzada, somatizamos (resfriados y gripes, dolores de estómago, anemia,
exceso de peso, impotencia sexual, cardiopatías).
4. El ORGULLO, que no es sinónimo de prepotencia, soberbia ni arrogancia
(por eso algunos lo llamamos “el sano orgullo). Parte de la admiración para que
podamos transformar e innovar, para se creadores. ¿Disfunciones? La prepotencia
(falso orgullo, en vez de miedo), la pedantería (falso orgullo, en vez de
tristeza), la adulación (falso orgullo, en vez de rabia), el sentimiento de
superioridad (falso orgullo, en vez de amor) y la idolatría (falso orgullo, en
vez de alegría).
5. El AMOR, el motor que mueve nuestras vidas. Crea un espacio seguro y su finalidad es la pertenencia. Son disfunciones del Amor la debilidad (falso amor en
lugar de miedo), el masoquismo (falso amor en lugar de tristeza), el síndrome
de Estocolmo (falso amor en lugar de rabia), la vanidad (falso amor en lugar de
orgullo) y la dependencia (falso amor en lugar de alegría). “Sé generoso,
entrégate, observa con los ojos del amor la maravilla de la vida y da las
gracias por lo que tienes. Entonces experimentarás la dicha de poder gozar”;
nos recomienda Arancha.
6. La ALEGRÍA, cuya finalidad es la plenitud, surge a partir de un regalo
inesperado. Con la falsa alegría se generan disfunciones como la imprudencia
(miedo), la inconsciencia (tristeza) o el oportunismo (amor).
¡Qué vademécum de emociones (auténticas) y de disfunciones (emociones
falsas que sustituyen erróneamente a otras verdaderas! Muy útil para mejorar
como profesionales y como personas, para disfrutar de nuestras vidas como seres
humanos. Gracias, Arancha, porque en apenas 180 páginas nos ayudas a identificar
nuestras emociones y a sacarles partido para nuestra felicidad. Mañana martes
presenta el libro en la Casa de América de Madrid. Espero llegar a tiempo de
Pamplona para disfrutar de la presentación.
Me ha recogido en el aeropuerto de Hondarribia mi buen amigo Joxe Mari
Ulazia. En homenaje a Unai Emery, que es de allí, hemos comido en la zona de La
Marina, en Lekuona (en euskera, “el buen sitio”): una ensalada estupenda, una
merluza deliciosa, una cuajada buena, buena, atendidos de maravilla. Después,
paseíto hasta la plaza de armas, donde está el parador, y de nuevo hacia el
mar, la bahía de Txingudi. Un días primaveral, precioso, y además era fiesta en
Francia (pentecostés) por lo que había mucho animación.
Ya en Deusto, en el campus de Donostia, atendiendo a los medios (la tele
de Deusto alumni, con Isabel; Teledonosti, con Laura Chamorro para el programa
minuto 90) y a partir de las 7 pm, conferencia a los antiguos alumnos de ESTE y
DBS sobre Mentalidad Ganadora. Estaba
previsto que la hubiéramos impartido Unai Emery y un servidor, pero Unai está
entre Estados Unidos (donde el Valencia sigue de gira) y Rusia (Emery es el
nuevo entrenador del Spartak de Moscú; fundado en 1922, es el 2º de la liga
rusa tras el Zenit y por delante de CSKA, Dinamo, Anzhi, Rubin y Lokomotiv, ha
ganado 19 campeonatos soviéticos y 9 rusos; los llamados “rojiblancos” son el
equipo del pueblo y juegan Champions). Han estado en Deusto su hermano, Igor
Emery, y el gran entrenador Mikel Etxarri.
90 minutos (como un partido de fútbol) para hablar de Bioquímica de la Mentalidad
Ganadora. Mikel Etxarri ha comentado
espléndidamente bien por qué Unai Emery destaca como entrenador en el plano
psicológico, y el público ha hecho preguntas muy interesantes sobre la
traslación del Liderazgo al plano educativo, sobre la labor del entrenador y
del líder-coach, sobre el estado de ánimo y el ambiente de trabajo.
Mi agradecimiento a Monika y Joxe Mari, que tan cariñosamente me han
presentado, y al resto del equipo de Deusto: Isabel, Cristina, Natalia, Rakel,
Aitzol, Leyre, Aitziber… allí me siento en casa. Y a Malen, la hija de Joxe
Mari, que está iniciando una investigación potentísima sobre el Liderazgo. Una
tesis que creo que va a hacer historia en estos nuevos tiempos.