Ayer llegué de
México a casa algo antes de las 6 pm. Apenas tres horas y media y AVE de las
21,35 h hacia Málaga. En Antequera (donde, por cierto, hay una reserva de lobos
fabulosa), me estaba esperando un taxi a
las doce para llevarme al Hotel Barceló La Bobadilla en Loja, Granada. ¿Y el
jet-lag? Mi truco, como he contado en alguna ocasión, es ponerme en horario de
destino (en este caso, el de España desde Iberoamérica) y dormir todo lo que
uno pueda.
Y esta mañana he estado trabajando con
el Comité de Dirección ampliado (24 miembros) de una gran multinacional
alemana, que en nuestro país lo está haciendo muy bien. Un equipo consolidado,
que funciona de maravilla, y tiene la sana ambición de hacer las cosas cada vez
mejor. Están en reunión estratégica durante tres días (una reflexión
imprescindible para toda empresa, pequeña, mediana o grande) y han decidido
empezar con el tema de Liderazgo desde la metáfora del deporte, y especialmente
desde el fútbol (La Roja, Guardiola, Mourinho, Unai Emery).
Hemos trabajado el tema de los tres
cerebros (visceral, emocional, intelectual), la fluidez y la estrategia (no
basta con ganar, hay que perseguir un sueño), las emociones, el liderazgo desde
las empresas más admiradas, el modelo de fluidez organizativa, las seis claves
de un equipo de VERDAD, el talento y su forja, la auto-motivación, el
líder-coach, el espíritu de los guerreros y el de los mosqueteros. Los
directivos se han autoevaluado en términos de estilos de aprendizaje (diversidad,
complementariedad, tolerancia) y en optimismo (según el modelo de Martin
Seligman). Ha sido, como no podía ser de otra manera, una sesión muy
participativa, que ha cerrado el Director General haciendo suya la dinámica de
la sesión y apostando por las mejoras que han propuesto en el plan de acción.
Lo mejor es que van a seguir trabajando
juntos durante dos días y medios, a buen seguro con esta filosofía. Es una
cuestión de círculos virtuosos (como esta empresa, que muy probablemente lo va
a seguir haciendo cada vez mejor) y de círculos viciosos (las que no tienen
sensibilidad por el talento, por el liderazgo y por el coaching, acaban
desapareciendo más pronto que tarde), de dinámicas ganadoras y perdedoras.
Además, he tenido el placer de estar charlando con Enrique, el director
del Barceló de La Bobadilla, con el que estuve trabajando hace algún tiempo
como parte de un Programa de Desarrollo de Liderazgo para la cadena hotelera.
El Hotel está en un entorno idílico, pero si es un gran hotel (uno de los mejores
de España) es sobre todo por el servicio, y esa excelencia debe contagiarla el
director desde el ejemplo cotidiano. Le agradezco mucho a Enrique y a todo su
equipo (Noelia, Andrés, José Luis, Juan Manuel, etc) la labor que realizan y lo
cómoda que me han hecho la estancia en La Bobadilla.
AVE directo desde Antequera a Barcelona (a las 17,15 h con llegada a las
22,30). En el tren he estado viendo, en DVD, The Artist. ¡Qué magnífica
película! ¡Qué ejemplo de coraje, de valentía: apostar por el cine mudo, en
blanco y negro, en los tiempos que corren! Un gran ejemplo de Liderazgo: de
marcar la pauta, de hacer equipo (especialmente del director con la pareja
protagonista) y de emocionar desde la música, el ritmo y los primeros planos…
¡Qué gran consejo le da George Valentin a Peppy
Miller: “Si quiere ser actriz, debe distinguirse de las demás” y le dibuja un
lunar junto al labio. “No te rías, George, es el futuro”, le dice a Valentin su
productor sobre el cine sonoro. “Si ese es el futuro, quédate con él”, le responde
el galán del cine mudo. Me ha recordado a la vieja Europa y los nuevos tiempos.
El sonoro lo vive como una pesadilla (como muchos de los europeos la
globalización).
La Roja sufrió más de lo debido para vencer a Croacia. Como no saquemos rápido lecciones de todo esto, me temo que nos van a mandar a casa pronto. No es pesimismo, sino optimismo inteligente (saber qué hacemos bien y en qué tenemos que cambiar).