La
Ecuanimidad de Mourinho. En el libro Mourinho
versus Guardiola, hablábamos de las diez cualidades del líder-coach y la
décima y última (si bien no la menos importante) es la Ecuanimidad: tratamiento
desigual de situaciones desiguales. En ese libro, comentábamos la Dra. Leonor
Gallardo y un servidor el “riesgo de filias y fobias” de Pep Guardiola respecto
a quienes procedieran o no de La Masía, y el de Jose Mourinho respecto a sus
jugadores representados o no por Jorge Mendes.
Hoy
en El País, Diego Torres titula su artículo El
sacrificio de Sergio Ramos. Comenta que la temporada pasada en los
entrenamientos, Mourinho alabó a Pepe, Di María y Coentrao y desprecia a los
demás. Ramos le respondió en alto: “¿Qué pasa, que para hacer las cosas bien
hace falta tener pasaporte portugués?”. “La sensación es cada vez más arraigada
en la plantilla. Mourinho discrimina sin reparos entre los futbolistas que él
fichó, sobre todo con la participación de su agente, Jorge Mendes, y los
demás”. Ejemplos: las maniobras del manager para que a Carvalho, Pepe o Di
María les subieran los salarios, el distinto trato a Carvalho y Kaká… “Al
técnico, que cuando se sienta en el banquillo acostumbra a ser corrosivo, jamás
se le ha escapado un comentario despectivo hacia sus protegidos”, recuerda el
periodista. Y que el error defensivo en el gol del Sevilla la pasada jornada no
fue de Sergio Ramos, que se fue con Negredo, sino de Ángel Di María, que debió
marcar a Trochowski.
Ni
quito ni pongo rey, pero si Mourinho prescinde (como hizo en Champions contra
el Manchester City) de Ramos por Varane, el sevillano pedirá un aumento de
sueldo (cobra unos 4 M€, cuando Thiago –Paris Saint Germa¡n- cobra 8, Ferdinand
–Manchester United- 9 y Kompany –Manchester City- y Lahm –Bayern Munich- 10, y
no son campeones del mundo y dos veces consecutivas campeones de Europa. O se irá, aunque sea el segundo capitán del equipo blanco. Concluye Diego Torres: “Afirma un célebre consejero de Florentino Pérez que
Mourinho es el muro de contención que salvaguarda el presidente. También lo
eran Valdano, su ex mano derecha, Zidane, su amigo, Kaká y Benzema, sus
apuestas personales, y Ramos, su hombre de confianza en la plantilla. A todos
ellos los ha perseguido el mánager”.
“La
única preocupación del portugués es el renidmiento. Recuperar la mentalidad
ganadora”, escribe Tomás Gómez-Martín en ABC.
Mourinho
nunca ha terminado tercera temporada en ningún equipo, y ésta es la 3ª en el
Real Madrid. Si es fiel a su Código, el “Código Mourinho”, debe reinventarse y
mostrar más ecuanimidad. Si no, volará a la Premier (donde posiblemente volverá
a encontrarse “versus” Guardiola, en el Manchester United).
El
otro gran tema de la prensa de este domingo es Esperanza Aguirre, después de su
dimisión. En El Mundo, la Carta del
director de Pedro J. Ramírez trata un paralelismo entre Joaquín Garrigues y
la ya ex presidenta. “La mala relación que Aguirre ha tenido con Rajoy no es
sino una reproducción de la que Garrigues tenía con Adolfo Suárez”. “Menos
Estado, menos burocracia, menos intervencionismo, menos normas menos impuestos.
Más apoyo a los emprendedores, más calidad de la enseñanza, más transparencia,
más privatizaciones, más libertad. Todo lo que no esté prohibido debe estar
permitido. Esto es lo que preconizaba Garrigues; así es como ha actuado
Aguirre. Ejerciendo una democracia sin complejos”. Pedro J. nos anuncia: “el
trombo de esa angustia (la leucemia a Joaquín Garrigues le llevó a la tumba) se
disolvió en seguida. Bastó una llamada a la persona que mejor podía saberlo:
las resonancias, perfectas; el TAC, perfecto; los marcadores tumorales,
perfectos: la última revisión, de sobresaliente. No, si la “lideresa” tiraba la
toalla, no era por motivos de salud. O, mejor dicho, la enferma no era ella
sino la democracia espaola a la que desde un gobierno del PP se está tratando
con la medicina equivocada. La impotencia y el hartazgo ante esa perseverancia
en el error han sido los detonantes esenciales de su decisión”. Es más, “las
subidas de impuestos de Rajoy la obligaban a dar un giro copernicano que no
quería dar”. Pedro J. concluye su editorial: “Nadie es imprescindible, pero es
cierto que en la España actual se nota demasiado la “ausencia de los mejores”
(…) Desvanecidos ya todos los fantasmas sobre su salud, creo que Esperanza
volverá a estar pronto en situación de disponible”.
En
el mismo diario, Graciano Palomo cuenta Las
últimas 24 horas de la “presidenta”: XXXII campeonato de golf senior en
Zaragoza (168 golpes, 2º puesto), cena en El Churrasco (“donde es
constantemente jaleada por la concurrencia aragonesa para que apriete el
acelerador y no pare hasta el palacio de La Moncloa. ¡Gracias, muchas gracias
amigos!”). Reunión el domingo con Ignacio González, Regino García-Badell e
Isabel Gallego. El lunes, visita a las 11 a un centro de acogimiento de niños
acompañado por el consejero de asuntos sociales, Salvador Vitoria. En Moncloa
con Rajoy (45 minutos de conversación), llamada y SMS a SM El Rey, helado en
Freddo (Bailén, 53) y rueda de prensa a las 14 h en la Real Casa de Correos.
Recibió 1.500 mensajes en esos momentos.
Virginia
Drake, autora de La presidenta, nos
cuenta qué ha hecho Esperanza Aguirre desde las 4 pm que salió de la sede de la
Comunidad de Madrid: “Nunca he tenido tiempo para cuidarme y lo voy a hacer
ahora”. Con sus amigas del colegio se
sigue reuniendo cada dos meses, y se ha tomado unos días de vacaciones en Cala
Jondal (Ibiza). Su nuevo destino es al frente de Turespaña.
En
El País, Mario Vargas Llosa habla de “Esa Juana de Arco liberal”: “Con ella al
frente del gobierno jamás se hubiera hundido España en la crisis que hoy
padece”. En el mismo periódico, el
sondeo de Demoscopia: el 85% de los votantes del PP la apoyan; en su capacidad
de liderazgo, el 52% de los españoles la sitúan entre el 6 y el 10, el 61%
piensa que se ha retirado por razones políticas.
Esta
mañana he ido a ver la película francesa El
nombre (Le prénom) por aquello de que ha sido “nº 1 en Francia” (como Intocable, pensó erróneamente un
servidor). Pretenciosa, pomposa, aburrida… Una historia con cinco personajes
(un matrimonio formado por un profesor universitario de lengua y su esposa,
maestra de instituto, que invita a cenar buffet marroquí al hermano de ella –el
mejor amigo de él- y su mujer, embarazada, así como al íntimo de la anfitriona)
alrededor de una mesa de comedor. Tediosa hasta decir basta.
Y
he estado leyendo Feynman, un cómic
con guión de Jim Ottaviani y dibujos de Leland Myrick y color de Hilary
Sycamore, con una estupenda introducción de Jorge Wagensberg. Richard P. Feynman
(1918-1988), premio Nobel, es el mejor profesor de física de todos los tiempos
(aventurero, músico, narrador, abridor de cajas fuertes), el padre de la
electrodinámica y la segunda personalidad más influyente de la ciencia en el
siglo XX tras Albert Einstein (con quien coincidió en 1940). El libro es una
maravilla. En la portada, la frase: “Si éste es el hombre más listo del mundo,
que Dios nos ayude”. Feynman, la quinta esencia del maestro, era tan genial
como excéntrico. Después de la concesión del Nobel, mucha gente fue a visitarle
y llevarle licor. Con su tío pequeño bebió de más y al llegar al baño para
llenar la bañera, se resbaló y se partió seis costillas: “Fue un poco de buena
suerte en medio de un infeliz accidente”. Sus últimas palabras antes de morir fueron:
“No soportaría tener que morir dos veces. Es muy aburrido”.
Mi
agradecimiento a los buenos escritores, como Ottaviani; a los buenos
dibujantes, como Myrick y Sycamore; a los buenos científicos, como Wagensberg y
por supuesto Feynman. A l@s buen@s polític@s, a los buenos líderes-coaches y a los buenos directivos como
Luis Álvarez Satorre, nombrado CEO de BT Global Services. Enhorabuena, Luis.
Esta es su presentación en el Foro Económico de Davos 2012:
Sí,
“Talent is global”. Bienvenidos al Talentismo.