Mañana en la Gran Vía (a Zoe y a mí nos encanta
esta centenaria arteria madrileña). Tanto en la FNAC de Callao como en La Casa
del Libro me he llevado una grata sorpresa: ya estaba el libro Del Capitalismo al Talentismo. En la
FNAC, en una generosa columna; en La Casa del Libro, en Novedades, a cinco
alturas. Espero que cuando lo leas, te guste. Pretende ser un libro para una
nueva era.
He estado leyendo El justiciero cruel. Pedro I de Castilla y el nacimiento de las dos
Españas, de Arsenio Escolar (1957) e Ignacio Escolar (1975). Estos dos
periodistas burgaleses narran la historia de Pedro I (“el cruel”) y su reinado.
En el siglo XIV, Castilla sufrió el hambre, la peste negra y la guerra (civil).
La pugna entre Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara acabó en una
guerra civil muy cruenta, de tres años (de uno acabado en 6 a otro en 9, ¡Qué
cosas tiene la historia, que se repite cuando no aprendemos de ella!). Ambos
bandos contaron con el apoyo de potencias extranjeras, que probaron en nuestro
territorio sus novedades bélicas. La Iglesia tomó partido por uno de los bandos
y acusó al otro de ateo. Y también, nos cuentan los Escolar, “en aquella vieja
guerra medieval venció el bando golpista, al que apoyaban los sectores sociales
más pudientes y reaccionarios”. La historia se repite, una y otra vez.
Comenzó analizando los fallos de previsión del
gobierno (el actual y el anterior), de los organismos internacionales (FMI,
BCE, UE, etc). Y entrevistaba a varios economistas: Niño Becerra (que estima
que no saldremos de ésta hasta dentro de unos diez años, de 2020 a 2023),
Mónica Melle, Carlos Rodríguez Braun…
Con la entrada de España en la Comunidad
Económica Europea, buena parte de la industria se desmanteló. El peso de la
industria en el PIB español es del 15% (la mitad que antes de la CEE); en
Alemania, del 29%; en Noruega, de más del 33%. El programa visitaba cementerios
laborales como astilleros y siderúrgicas.
Y entonces me di cuenta de que hay dos Españas,
también en lo empresarial: los de “los más baratos” (www.lasexta.com/programas/sexta-columna/trabajar-como-chinos-vivir-como-espanoles_2012110900210.html)
y las de los innovadores (quijotes, dadas las dificultades para emprender en
nuestro país). España es el único país de la OCDE que no ha subido los salarios
reales en los últimos 15 años; y con la crisis, la “moderación salarial”. Es
genial que el modelo baratero ya estaba en la película El astronauta (1970), de Toni Leblanc. Se puede ir a la Luna, en
plan chapuza, más barato.
Frente a este modelo caduco (de empresarios y
directivos obsesionados con recortar, que no son tales ejecutivos, sino simples
negociantes), el programa concluía con ejemplos de empresas de verdad.
Innovadoras, rentables, sostenibles. Orbea, Imaginarium (desde Zaragoza para el
mundo), Dvein, Softonic, Studio Banana (precisamente el estudio que ha hecho
los dibujos del libro Del Capitalismo al
Talentismo).
Efectivamente, hay dos Españas en el mercado
laboral; la del tardocapitalismo (que hacen mucho ruido, reclaman prebendas
para ellos y los suyos y que en realidad no saben gestionar, ni dirigir, ni
liderar proyectos en un entorno global) y la de las empresas talentistas, como
las empresas mencionadas en el programa, como las presentadas en el primer
número de la revista Konekto (Makro, Kinépolis, Lizarrán, Evo, Altia,
Castrosúa, ONCE, Merck, R, Nortempo, Martín Codax, Carrís Hoteles), como las
que asistirán al 2º Congreso Nacional de Directivos de APD (1.500 directivos
participantes), como las 49 que recibirán este año la certificación de Tom
Employers el próximo 22 de noviembre. No confundamos a las empresas talentistas
con las del capitalismo salvaje y trasnochado. Estas están hundiendo el país en
su propio beneficio; aquellas son admirables, se toman en serio en talento (y
por tanto, el empleo) y fomentan la innovación, el trabajo en equipo y la
calidad de servicio.
En la medida que metamos a todas en el mismo
saco, es imposible salir adelante. Lo he dicho muchas veces y lo seguiré
repitiendo: en esta nueva época hay ganadores y perdedores, y sabemos las
claves que distinguen a unos de otros.
Mi profundo agradecimiento a Jon y su gente de
Orbea; a Ali y su equipo de Studio Banana; a Félix, Noelia y la buena gente de
Imaginarium; a Antonio y todo el talento de Intercom (en el que está incluido
Softonic); a Fernando, Teo, Carlos y todos los de Dvein; a José María y su gran
equipo de Makro; a Manolo, Nacho y la gente de Lizarrán; a César y todo su
talento en EVO; a Laura y su equipo de Merck; a Manu y el equipo de Kinépolis;
a Tino y la buena gente de Altia; a Juan Luis y su equipo de Castrosúa; a
Fernando y los grandes profesionales de ONCE; a Bartolomé y los suyos de
Nortempo; a Juan y la excelencia en Carrís; a Santi y su gente de R… Hay muchos
motivos para salir adelante, pero siempre que apostemos por el talento.
Sí, este partido lo vamos a ganar.