Harvard
Business Review (una de las revistas empresariales que más admiro), con varios
artículos interesantes. Entre ellos, hoy quiero detenerme (y compartir contigo)
el de Chris Anderson, curator de TED, sobre Cómo
dar una presentación matadora (“How to give a killer presentation”).
Chris
Anderson está convencido de que “giving a good talk is highly coachable” (dar
una buena charla es altamente coacheable). Se trata de enmarcar la historia,
planear la entrega, desarrollar la presencia en el escenario, planificar el
multimedia y ponerlo todo junto.
El
administrador de TED (30 años de conferencias de hasta 18 minutos, miles de
millones de visitas) nos regala las “10 formas de arruinar una presentación”:
1.
Toma mucho mucho tiempo para explicar de qué va tu charla.
2.
Habla muy despacito y de forma dramática. ¿Por qué hablar con naturalidad si
puedes declamar?
3.
Asegúrate de que todo el mundo sepa lo importante que eres.
4.
Refiérete a tu libro con frecuencia. Y mejor aún, cítate a ti mismo del libro.
5.
Recarga tus transparencias con mucho texto, puntos y distintas fuentes.
6.
Utiliza numerosa jerga técnica para que parezcas muy listo.
7.
Extiéndete al hablar de tu empresa y sus gloriosos logros.
8.
No te molestes comprobando cómo va avanzando tu presentación en el tiempo.
9.
Suena como si estuvieras recitando tu texto de memoria.
10.
Nunca hagas contacto ocular con nadie de la audiencia.
En
el mismo artículo, Nancy Duarte (gran experta en presentaciones persuasivas)
nos cuenta que una gran charla necesita de equilibrio entre el reporte (literal,
informativo, factual y exhaustivo) y la historia (dramática, experiencial,
evocadora y persuasiva). Si 1 es el informe y 5 es el relato, más cerca de la
izquierda están el hallazgo de investigación (1) y la presentación financiera
(2); más cercano a la derecha, el “keynote adress” (las notas personales, 5) y
el “VC pitch” (tratar de convencer a los inversores). En el medio (3), el
lanzamiento de un producto.
Ejemplo
práctico, la película que vi con Michelle, Zoe y Diego el pasado fin de semana,
Ahora me ves. La historia de unos
magos, “los cuatro jinetes” (interpretados por Jesse Eisenberg, Dave Franco,
Isla Fisher y Woody Harrelson), financiados por el dueño de una aseguradora
(Michael Caine), perseguidos por una pareja de policías (Mark Ruffalo y Mélanie
Laurent) y vigilados por un exmago que desenmascara los trucos de los
ilusionistas (Morgan Freeman). La crítica la ha despedazado y sin embargo, es
una cinta entretenida, dinámica y de la que se puede aprender bastante sobre el
trabajo en equipo y sobre las presentaciones.
He
estado escuchando y viendo el DVD Sinfónico
de Alberto Cortez. Uno de los cantantes preferidos de mi madre, y uno de
los que más emociona a un servidor. Sinfónico es un DVD y CD de 2011, grabado
en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México con la Orquesta Sinfónica
Juvenil. 25 grandes canciones, entre ellas Siempre
hay algo más, La vida, Distancia, De ayer a hoy, Qué suerte he tenido de nacer,
Callejero, Mi árbol y yo, No soy de aquí, Castillos en el aire o Cuando un amigo se va. Alberto Cortez me
conmueve.
“No
somos libres más que por amor,/ libres y eternos más que por amor,/ no vale
nada sino es por amor/ la vida” (Alberto Cortez).