¿España será la nueva China o la nueva Alemania? Probablemente las dos cosas


Fin de semana corto (de sábado tarde y domingo) en el que he visto dos películas: Grand Piano, de Eugenio Mira, con un reparto internacional: Elijah Wood, Kerry Bishé y John Cusack. Un thriller à la Hitchcock sobre un gran pianista que regresa al escenario cinco años después de un fracaso artístico y debe tocar una pieza dificilísima con el riesgo de que, si falla, morirá. Interesante relato sobre el perfeccionismo y la fluidez en el arte como en la vida. Y esta mañana una preciosa película romántica, Una cuestión de tiempo (About time), de Richard Curtis, creador de Love actually, Notting Hill y Cuatro bodas y un funeral. La historia de una familia cuyos varones pueden volver a tiempos pasados y corregir los errores que han cometido. Mis frases favoritas de la película son: “Nunca me he topado con alguien rico auténticamente feliz”, “No es demasiado bueno para una chica ser muy guapa. No desarrolla el sentido del humor ni la personalidad” (dice la madre del protagonista), “Intenta casarte con alguien bueno. Un buen hombre con un buen corazón”, “Nada puede prepararte para el amor y el miedo”, “Los verdaderos problemas de la vida siempre serán cosas que jamás llegaron a preocuparte”, “Toda familia tiene alguien que se cae, se tropieza, que la vida le pone la zancadilla”, “Alguien bueno no tiene por qué ser aburrido”, “Yo no tengo ningún interés en una vida sin ti”, “La fórmula secreta de la felicidad es ir viviendo la vida y volver a vivir cada día fijándome en lo bonito que es el mundo”. Una cinta muy positiva, inteligente, sobre el Amor y las segundas oportunidades, con una banda sonora magnífica (How long will I love you, de Ellie Goulding: www.youtube.com/watch?v=B2KKcjSOBmk; Il Mondo, de Jimmy Fontana; Into my arms, de Nick Cave). Es el poder de la consciencia, de vivir conscientemente todo lo bueno que te ofrece la vida.
En la prensa, me quedo con algunos artículos de El País Negocios. En el editorial, “España está barata y muchas de sus empresas altamente endeudadas”. Fiona Maharg-Bravo, en El alumno más aventajado, comenta que España debe decidir si quiere ser la nueva Alemania o la nueva China (nos recuerda que Arcano titulaba un informe: “España 2014 – Alemania 2004; más de la mitad del PIB germano son exportaciones, pero en Alemania las pymes son el 3’1% del total –aquí la cuarta parte- y la diferencia en capital humano es enorme; Natixis cree que España será la nueva China).
¿La nueva China o la nueva Alemania? Entrevista al Ministro Cristóbal Montoro en el mismo diario: “Hemos hecho una devaluación interna sin inflación, algo extraordinario. Eso hace que España esté recuperando la credibilidad y la confianza”. “La cartera de pedidos de inversión en bienes de equipo está aumentando. Es el primer signo. El consumo no llega y explota. En los 90 tardamos tres años en que se recuperara la demanda interna.” Palabras de Michael Heise, economista jefe de Allianz: “El problema real de España es todavía de competitividad. Es decir, qué exportan o qué sectores crecen más allá del turismo”.
Me temo que, visto lo visto, tras el final de la recesión la economía española será ambas cosas: la “nueva China”, con salarios bajos, productos cutres, exportando mala calidad; y la “nueva Alemania”, con productos de calidad, innovadores, a precios adecuados. La diferencia está, como no puede ser de otra manera, en la Calidad Directiva. Empresas (más bien negocietes) sin Liderazgo real apuestan, consciente o inconscientemente, por el “low-cost” (que no por la eficiencia, que es consecuencia de un sano orgullo de pertenencia); las organizaciones meritocráticas, humildes (en el sentido del aprendizaje exigente y la mejora continua) sobreviven, triunfan y marcan la pauta en sus sectores.
¿En qué proporción seremos, como economía, la nueva Alemania y la nueva China? Que hable, una vez más, el señor Pareto: menos de un 20% de empresas innovadoras y más del 80% de empresitas cutres (“la falta de apoyo a las cadenas de distribución ha reducido la innovación en gran consumo”, “la cadena con mayor cuota de mercado solo referencia el 17% de las innovaciones”, escribe hoy Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca).
Y en El Mundo, me quedo con el artículo de José Antonio Marina sobre la dignidad, el “Cine de Gestión” de Ignacio García de Leániz sobre Gravity: Odisea del ‘mentoring’ en el espacio y el intento “De jefe de primera a empleado de reserva” con el supuesto ejemplo de Iker Casillas, suplente en la Liga (a pesar de las opiniones de Germán Nicolás, Noelia de Lucas Andrés Fontenla y Eva Rimbau, el concepto de “devaluación profesional” no queda claro, y menos en el caso de Iker).
Del Clásico de ayer, mejor no hablar. Presidentes que se exceden, en ambos casos, de sus funciones, logran que sus entrenadores (Carletto y el Tata) muestren equipos acobardados, con pobres ideas de juego, que deprecian en conjunto su talento individual. Una lástima. Así no vamos bien. Como dice Esteban Hernández en El Confidencial: “Hay una cualidad que garantiza el empleo pero no saben cómo explicarla”: www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-10-24/hay-una-cualidad-que-garantiza-el-empleo-pero-no-saben-como-explicarla_45130/ Se trata del talento basado en el rendimiento presente y en el potencial a futuro, no en los logros del pasado.
Mi gratitud a todos los amigos con los que he estado/hablado este breve fin de semana: Miguel Ángel, Martín, Tania, Cristina, Patri… La amistad es una gran virtud y un gran tesoro.