Domingo primaveral de entrenamiento
de fútbol (de Zoe, durante casi tres horas), comida familiar y descanso. Esta
noche veré en DVD “12 años de esclavitud”, película galardonada recientemente con
el Óscar.
La prensa de hoy ha estado
especialmente interesante. En dos de los medios nacionales se hablaba de “El
capital en el siglo XXI”, del economista francés Thomas Piketty, un texto de
600 páginas que en su versión en inglés se ha convertido en best-seller.
Luis Garicano, economista al que
admiro particularmente, escribía sobre este libro en El País Negocios, en el
artículo “El capital 2.0: La desigualdad, al centro del debate”. Piketty
extiende su análisis de la desigualdad de la renta (el 1% de los más ricos en
EEUU se han llevado el fruto del crecimiento) a la riqueza. Su conclusión, tal
como la expone el profesor Garicano, es que en este siglo veremos a una clase
de “rentistas” hereditarios, como en las novelas de Balzac y de Jane Austen.
Tiene sentido, porque según la tesis de Solow la relación entre la riqueza de
un país y la renta que genera es estable (por ejemplo, si la tasa de ahorro es
del 10% anual y el crecimiento del 2%, la riqueza será cinco veces la renta
generada). Para Piketty, los rendimientos del capital han sido históricamente
del 5% anual; pero si los rendimientos del capital aumentan respecto a los
rendimientos del trabajo, la parte del pastel que va a los ricos aumentará. “La
tendencia a la concentración de la riqueza es una ley de hierro del
capitalismo”. Lo intrigante es que, al parecer, solo las guerras igualan
nuestras sociedades. La propuesta de Piketty es un impuesto no sobre las rentas
sino sobre la propia riqueza.
“Tras la crisis”, escribe Garicano,
“se han producido muchas de las cosas que, en un plazo más largo, preocupan a
Piketty. En primer lugar, la parte de la renta que fluye a las rentas del
capital, que históricamente se llevaban algo más de un tercio de la tarta
total, ha subido en ocho puntos porcentuales estos años de crisis, debido a que
los beneficios han subido en un cuarto a la vez que los salarios caían (…) ¿Por
qué es preocupante la creciente concentración de la riqueza? Para mí, la
consecuencia más preocupante es la desvirtuación de la democracia: que los ricos
“compren los Gobiernos” para asegurarse la preservación de su riqueza,
permitiendo agujeros y exenciones fiscales e incluso la eliminación de los
impuestos que amenazan la acumulación del capital”.
En El Mundo, Pablo Suanzes nos
hablaba del “Efecto Piketty”. Como el retorno del capital es mayor de la tasa
de crecimiento, volvemos a un “capitalismo patrimonial”. Como ejemplo, el
mercado del arte, absolutamente disparado.
Esta bien que reflexionemos sobre la
desigualdad, porque es muy peligrosa (la he tratado en diversas ocasiones en
este blog). Sin embargo, no se trata de volver a los tiempos de Balzac o
Dickens, porque en el talentismo el talento es más escaso (y valioso) que el
capital. Los mayores millonarios del planeta (Gates, Buffet, Ortega, Slim) no son
herederos, sino talento emprendedor. Sí, el talento es dual, desigual (el
talento, puesto en valor, gana mucho; el resto está en el límite de
subsistencia), en una proporción paretiana (20/80).
Guillermo Altares entrevistaba a
Rafael Correa (Guayaquil, 1963), presidente de Ecuador desde 2007. En un país
de 14,6 M de habitantes, más de un tercio vivía en la pobreza en 2006, según
datos del Banco Mundial; hoy, menos de una cuarta parte. Ha sido nombrado
doctor honoris causa por la Universitat de Barcelona por su lucha contra la
desigualdad. Con sano orgullo, se considera campeón en Iberoamérica en la lucha
contra la inequidad (y está atrayendo numeroso talento docente español para que
su país avance). Acusado de autoritario por algunos, considera que “la mentira
es uno de los mayores problemas de América Latina” y que “nuestros hermanos
inmigrantes son los héroes de nuestro tiempo”. Ecuador es un país maravilloso
al que le estoy muy agradecido.
También en El País Negocios, “Los
ejecutivos indios están de moda”, con ejemplos de Satya Nadella (Microsoft) y
los CEOs de Pepsico, MasterCard, Adobe, Cognizant, los VP de Google, Intel o
Cisco, y en Europa los líderes de Benckiser, Deutsche Bank, Unilever,
Citigroup, Vodafone, Orange, McKinsey… Son legión en las Business Schools, en
el Sillicon Valley… En el artículo habla mi gran amigo Alan da Silva, socio de
PwC. La cultura india está más preparada para el VUCA World, qué duda cabe.
Del especial de Escuelas de Negocios,
me quedo con “Mujeres al frente”. Opiniones de mi admirada Laura
González-Molero (máxima responsable de Merck Latam) y Nerea Torres (Siemens).
En 2020, al menos el 40% de los consejeros han de ser mujeres, según exigencia
de la Comisión. No creo, por principio, en la discriminación positiva, pero es un
hecho que hemos de combatir radicalmente la discriminación negativa que
sufrimos.
Club de Excelencia Educativa. Una
espléndida idea del maestro José Antonio Marina a la que me apunto. “Dos
actitudes conducen a la depresión: quejarse continuamente y esperar a que
alguien resuelva nuestros problemas. Ambas han deprimido a nuestro sistema
educativo. El antídoto infalible es la acción. La sociedad va más rápida que
los sistemas políticos. Eso se ve con claridad en el mundo económico. Los
grandes expertos no están en la política, están fuera de ella, lo que hace que
la política vaya siempre a rebufo. Algo parecido va a suceder en educación. Las
multinacionales de la información están tomando posiciones para convertirse en
los grandes educadores mundiales. Los Estados no van a tener la agilidad
suficiente para controlar este movimiento”. Así es: en el “Human Age”, gana la
sociedad civil, que desea desarrollar su talento y su liderazgo.
“Ser agradecidos nos hace más
felices”, de Raimon Samsó. Bibliografía de Luis L. Hay (“Gratitud”), John
Demartini (“El efecto Gratitud”) e Yves-Alexandre Thalman (con su “Cuaderno de
ejercicios de Gratitud”).
La Ciencia: entrevista de Juan Cruz a
Jorge Wagensberg (Barcelona, 1948), que creó el museo de la Ciencia de la
Fundación La Caixa y ahora se pone al frente del Museo Hermitage de Barcelona.
“La conversación debería ser una asignatura”, “Si usas la mente, si piensas, si
tienes como proyecto comprender la realidad, la vida es muy divertida”.
El Fútbol: John Carlin cita a Freud: “La
incapacidad para tolerar la ambigüedad es el origen de todas las neurosis” para
recordarnos que “Todo vale en el amor, la guerra y el fútbol” (por ejemplo, el
juego de Mourinho, tan destructivo como emocionante). Y “la era de los
entrenadores estrella”, de Iñaki Gil, que menciona a Guardiola, Luis Aragonés,
Mou, Tito Vilanova, Ancelotti, el Cholo Simeone y Vicente del Bosque.
El Arte: Miguel Ángel Recio (DG del INAEM) ha acordado
con la Asociación de Creadores de la Moda de España (ACME) una alianza para trabajar
juntos. “Es convenio es una manera de poenr en valor el talento que hay en los
dos campos que son de la máxima excelencia” (Miguel Ángel Recio).
Finalmente, de entre las artes, la
séptima: el cine. Mi buen amigo Ignacio García de Leaniz (Universidad de Alcalá
de Henares) trata la exitosa “Ocho apellidos vascos” para hablar de la gestión de
los prejuicios. Las ‘trampas psicológicas’ del Efecto Halo, el Efecto Horn, el
síndrome de las últimas impresiones o la tendencia a la semejanza. “Hagámonos
preguntas incómodas”, nos recomienda Iñaki.
Mi agradecimiento a tod@s ell@s por
compartir su sabiduría y hacernos pensar.