Este año he disfrutado de Sant Jordi,
el día del libro y de la rosa, en el Principado de Asturias. Taller de
Liderazgo en el Club Asturiano de la Calidad con más de 50 profesionales de
empresas asturianas por la mañanita y dos procesos de Coaching Estratégico por
la tarde, para regresar a Madrid en el vuelo de las 20,30 horas. A diferencia
de otros años, no he podido estar en la Ciudad Condal (que hoy estaría
bellísima), si bien me queda la alegría de que el libro “Del Capitalismo al
Talentismo” ha sido de los más regalados en el día. Centenares de directivos de
las principales empresas de nuestro país lo tienen desde hoy gracias a
ManpowerGroup. Mi gratitud a Marta, Mariano, Emma, l@s más de 50 directiv@s con
los que he trabajado en Oviedo y mis compañer@s de ManpowerGroup.
Hoy se cumple el 450º aniversario del
(supuesto) nacimiento de William Shakespeare. Javier Villán hace en El Mundo un
análisis de la obra del bardo. “El eje de sus personajes, la razón de su
existencia, es el poder, que con frecuencia semeja una patología sin remedio”.
Creo, modestamente, que más que el poder, la clave de la obra shakespeariana es
la traición, esa estupidez humana de querer ganar a corto para perder a medio y
largo plazo (nunca me cansaré de citar al maestro José Antonio Marina y su idea
de la ética como “la forma más inteligente de vivir”). Villán nos recuerda a
Macbeth y su ansia de acaparar el poder; Falstaff, el bufón, el placer; Hamlet,
la locura fingida; Shylock, el judío engañado; Yago, la astucia, el
manipulador; Rey Lear, el poder perdido; Ricardo III, la lujuria; las mujeres;
Ofelia, Lady Macbeth, Cleopatra, Gertrudis…
“Shakespeare y el Desarrollo del
Liderazgo” es uno de los libros de los que me siento más orgulloso de escribir.
La historia de un taller (workshop) para directivos, un viernes al mes en
distintos Paradores emblemáticos, tras visionar las (versiones cinematográficas)
de las obras de Shakespeare. Una reflexión sobre las emociones y la pasión, el
poder y la autoridad moral, los equipos, la victoria y los grandes temas
humanos.
En el día del libro han de estar
presentes Miguel de Cervantes y William Shakespeare. El humanismo, tanto tiempo
después, le debe mucho al mejor dramaturgo de todos los tiempos y al inmortal
novelista que plasmó nuestra quijotesca forma de ser como ninguno. Esta noche,
después del fútbol, volveré a ver “Miguel y William”, la comedia de Inés París
con Elena Anaya y Juan Luis Galiardo. Un divertido relato sobre lo que ojalá
hubiera sido pero no fue, el encuentro entre el bardo y el héroe de Lepanto…