El Liderazgo de Willy Brandt


Estamos estos días en el NHow, un hotel de la cadena NH en la capital alemana junto al río. Un hotel precioso, tematizado en torno a la música y su estilo de vida. Su lema: “Elevate your stay” (Eleva tu estancia). Es el 2º Nhow, tras el de Milán. Situado entre los edificios de Universal Music y el de Coca Cola, posee ascensores de música clásica, rock, electrónica y jazz. Creado en colaboración con el estudio de grabación Berlín Hansa, es un modelo de hotel de nueva era.
Ayer estuvimos en el Legoland Discovery Center, en Madame Tussaud’s, en Sea Life… todos ellos, en la parte este de la ciudad. Berlín es una lección de la necesidad de adaptarse a los tiempos. Hace un cuarto de siglo, Berlín oeste era un modelo de vitalidad y la capital de la DDR, algo anticuado. Hoy, la KuDam (en el oeste) está anticuada y la zona desde la Puerta de Brandemburgo hasta AlexanderPlatz es la más avanzada.
También estuvimos en  el Fórum Willy Brandt, en recuerdo del que fuera alcalde de Berlín, líder del SPD y canciller de la Alemania Federal de 1969 a 1974.
Nacido como Herbert Karl Frahm en Lübeck en 1913, ingresó en las Juventudes Socialistas en 1930. Willy Brandt fue su “nom de guerre” tras ser perseguido por los nazis. Al llegar al poder, se trasladó a Noruega y ejerció como periodista. Cuando el III Reich invadió el país, pasó a Suecia. En 1945, recuperó la nacionalidad alemana, ingresó en el SPD y se estableció en Berlín Occidental.
Alcalde de la ciudad desde 1957, tuvo que sufrir la crisis que supuso el Muro en 1961. En su tiempo, J. F. Kennedy visitó la ciudad y dio su famoso discurso: “Soy un berlinés”.  Presidente del partido socialdemócrata desde 1964, evolucionó hacia posiciones más centristas y en 1966 se incorporó a “la Gran Coalición” CDU-SPD como Vicecanciller y Ministro de Asuntos Elecciones. En el 69, con un SPD más fuerte, creó una coalición de gobierno con el FPD y fue nombrado Canciller.
Willy Brandt desarrolló la “Nueva Política Oriental” (Neue Ostpolitik) de acercamiento a la URSS y sus países satélite. En 1971 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Fue toda una transformación ese “cambio a través del acercamiento”.
Perdió la mayoría en 1972, aunque superó una moción de censura. Sufrió una huelga de servicios públicos en 1974 y el “asunto Guillaume” (uno de sus asistentes personales, Günter Guillaume, se comprobó que era un espía de la Alemania Oriental) provocó su caída. Brandt renunció a su cargo como Canciller el 6 de mayo de 1974.
Mantuvo su escaño en el Bundestag y como presidente del SPD hasta 1987. A partir de entonces fue presidente de honor. Fue presidente de la Internacional Socialista desde 1976 a 1983.
A finales de 1989, Brandt fue uno de los primeros en pedir una rápida reunificación de Alemania. Tuvo la satisfacción de ver la caída del Muro de Berlín. Falleció en 1992 a los 79 años de cáncer de colón.
De tendencias depresivas, era tan visionario y pragmático como desconfiado. Tiempos difíciles exigen líderes excepcionales como Willy Brandt. En el Fórum he comprado un vídeo sobre su vida y sus ideas que me ha hecho reflexionar mucho.
Willy Brandt recibió un funeral de Estado, está enterrado en el cementerio de Berlín y tanto la sede del SPD como el aeropuerto de Berlín-Brandemburgo como un edificio del Parlamento Europeo llevan su nombre.
Entre sus frases que han pasado a la historia: “Queremos atrevernos a más democracia” (1969), “Los que se adhieren al pasado no pueden enfrentarse al futuro” (1973), “Berlín vivirá y el Muro caerá” (1989), “Con frecuencia hace falta más coraje para cambiar de opinión que para mantenerla” y sobre todo “Mi verdadero éxito fue haber contribuido a que en el mundo en el que vivimos el nombre de nuestro país y el concepto de la paz puedan ser mencionados en el mismo aliento”.