Jornada entre Madrid y Reus (Tarragona),
donde mañana participaré en la actividad de APD Zona Mediterránea sobre Gestión
del Talento en el VUCA World.
He estado terminando de leer (o, más bien, de
releer, porque se trata de un texto del año 2000, que ya había leído hace
algunos años) ‘El Juego Interior del Trabajo’, del gran Timothy Gallwey.
Subtitulado ‘Concentración, Movilidad, Aprendizaje y Placer en el Lugar de
Trabajo’, el privilegio de haber estado con el autor durante varias horas hace
apenas 10 días en Bogotá con motivo del ExpoCoaching Iberoamérica ha reavivado
mi interés por este libro.
Para empezar, el prólogo de Peter Block es
magnífico. Nos habla del reto de “lograr transformar instituciones que fueron
concebidas para funcionar de forma coherente, controlada y predecible, en
entornos donde ser valore el aprendizaje continuo, la imprevisibilidad y la
apertura a nuevas maneras de hacer las cosas”. Block se refiere a las
“organizaciones en aprendizaje” (learning organizations), concepto de Peter
Senge de los 90. Hace 15 años era una intuición; hoy es una realidad más que
visible.
“La noción de que los métodos tradicionales
de enseñanza y entrenamiento disminuyen nuestro rendimiento es un planteamiento
radical”, escribe Peter Block. Es el de Tim. Apostar por la concentración, la
atención, el disfrute, el coaching en definitiva (en el tenis, en el golf, en
el trabajo). “Las personas con un alto rendimiento son simplemente aquellas que
aprenden más rápido”. Aprender es más fruto de la atención que de la
instrucción.
En la introducción, Gallwey confiesa que “se
ha embarcado en la búsqueda del trabajo libre” (algunos diríamos que se trata
del empleo, no del trabajo). Así lo comentamos en Bogotá, con el beneplácito de
los centenares de participantes allí presentes.
Tim ha encontrado una mejor forma de cambiar.
El Juego Interior tiene que ver con el Yo 1 (que da órdenes) y el Yo 2 (el
inconsciente). Sí, una cura de humildad. Entre la percepción y la acción hay
una interferencia: la interpretación. “El Yo 1 distorsiona todos los elementos
de la acción”. El triángulo que propone el autor es el de Consciencia
(Awareness), Confianza (Trust) y Elección (Choice). Tres conceptos muy
poderosos, que nos aportan “un millón de aplicaciones inesperadas”. Como coach,
no puedo estar más de acuerdo. Rendimiento igual a potencial menos
interferencia.
Gallwey cuenta con aplicó su “Juego Interior”
del tenis a la AT&T. Para cambiar su mentalidad (de empresa burocrática a
competitiva), el problema era de identificación (quiénes somos, qué debemos
hacer). Tim se sentía como Peter Sellers en la película ‘Bienvenido Mr.
Chance’: un jardinero que “enseñaba” a través de metáforas. 3 observaciones:
1. Las personas que se encuentran en la
posición de efectuar cambios tienden a absolverse de la necesidad de hacerlos
primero a ellos mismos. El cambio es algo que “nosotros” les hacemos a “ellos”.
Aprender es algo que “ellos” necesitan hacer.
2. La resistencia al cambio con frecuencia es
resistencia al proceso de cambio más que a un determinado cambio en sí mismo.
3. La resistencia al cambio dentro de la
empresa tiene sus raíces en la mentalidad de “ordeno y mando” que prevalece en
el entorno empresarial.
En el entorno laboral hay 3 diálogos: el
interno de cada un@, el externo inmediato, el de la cultura corporativa. Los
tres se refuerzan. “La meta es introducir cambios en la cultura corporativa que
minimicen la autointerferencia y valoren las motivaciones y los talentos
inherentes de los empleados”.
“La concentración es el elemento esencial de
un rendimiento superior en cualquier actividad”. La atención es clave para el
aprendizaje, la comprensión y el dominio de la acción. “Es más fácil mantener
la atención cuando estás haciendo algo que eliges libremente”. Gallwey
introduce el concepto de Fluidez (Csikzentmihalyi). Se trata de crear un
“entorno interior” (in-torno) para la concentración. Si hay demasiado desafío e
insuficiente seguridad, sufrimos de estrés. Si hay demasiada seguridad e
insuficiente desafío, nos aburrimos. Se trata de equilibrar ambos.
Practicar la concentración. En las variables
clave durante la escucha, la venta, los resultados. “La consciencia es en sí
misma curativa”.
¿Qué definición de “trabajo” llevas al
trabajo? Es cuestión de mentalidad: sufrimiento (tortura a cambio de dinero) o
disfrute. Tim nos habla de sus “trabajos” en la infancia, en el instituto y la
universidad, los años decisivos (reinventar la enseñanza del tenis) y en el
entorno profesional (coaching, libros, conferencias) y voluntario. El triángulo
del trabajo es Rendimiento (Performance), Aprendizaje (Learning) y Disfrute
(Pleasure). Debe haber metas de rendimiento, de aprendizaje y de disfrute.
Peter Drucker, el padre del management, lo llamó “trabajadores del
conocimiento”. Es el comercial reconvertido a estudiante.
Para las metas de aprendizaje, el modelo
QUEST (en inglés Cualidades, Comprensión, Expertise, Pensamiento estratégico,
Tiempo). Y para el disfrute, evaluarnos entre 1 (sufrimiento) y 10 (disfrute).
Es la relación del empleado consigo mismo. Tim cita a la Madre Teresa de
Calcuta, cuando alguien le dijo que “no haría su trabajo por nada del mundo”.
Ella respondió: “Yo tampoco”. No por casualidad,
Rendimiento-Aprendizaje-Disfrute coinciden con las 3 claves de la motivación
intrínseca (Daniel Pink): Propósito-Maestría-Autonomía.
Es el paso de la Conformidad (prioridad a los
factores externos) a la Movilidad (el trabajo libre). Los 5 elementos de la
movilidad son concederse movilidad, formar una imagen clara de a dónde quieres
llegar, efectuar cambios dentro de tu cambio (flexibilidad), mantener claro el
propósito, mantener sintonizados movimiento y dirección.
Gallwey nos regala la herramienta STOP,
porque “no todo movimiento es movilidad”. STOP es Retroceder (Step back),
Pensar (Think), Organizar los pensamientos (Organize your thoughts) y Avanzar
(Proceed). STOP al principio y final de cada día, de cada proyecto, ante el
cambio consciente, para hacer frente a los errores, para corregirlos, para
aprender o entrenar, para descansar.
Gallwey nos anima a actuar como el CEO de
nuestra propia empresa. ¿Quiénes son las personas más importantes de esa
empresa? Cada una. Debemos hacer balance de nuestros recursos internos, saber
“cuántas acciones” poseemos de esa empresa, a quién se las hemos vendido, si
queremos/podemos recuperarlas, quiénes forman parte del Consejo de
Administración y cuándo se celebran reuniones.
El autor dedica sus dos últimos capítulos al
coaching (que facilita el aprendizaje, como espejo), con herramientas como la
trasposición, el STOP y las preguntas de control (¿Qué es lo que controlas?
¿Qué has tratado de controlar? ¿Qué puedes controlar que no has controlado
hasta ahora?). El coaching es un diálogo para la movilidad: la elección, la
confianza, el desaprendizaje de obstáculos internos. “El coaching no se puede
hacer en el vacío”. Necesita de la voluntad del cliente.
Para el gran Tim Gallwey, el deseo es el
pilar. La ambición. Existe una sana ambición, natural y autogenerada, que
debemos escuchar y liberar. Gracias por el libro.
También he estado viendo (de nuevo) ‘La
duda’, película basada en una gran obra de teatro. Merryl Streep, Phillip
Seymour Hoffman y Amy Adams en una gran historia sobre la Intolerancia. “Son
nuevos tiempos”, dice el padre (PSH). “¿Dónde está la novedad?”, contesta la
superiora (MS). “En el interior de las personas”, contesta él.