Lo imposible de Lo Imposible, en el día de la constitución


6 de diciembre, día de la Constitución. Esta mañana he ido a ver la última película de Woody Allen, ‘Magia a la luz de la luna’ (Magic in Moonlight), con Collin Firth y Emma Stone. Ambientada en la Europa (Berlín, la costa azul, Provenza) de 1928, con música de Cole Porter (‘You do something to me’), Stravinsky (‘La consagración de la primavera’), Ravel (‘Bolero’) y Beethoven (‘La 9ª sinfonía’). Una historia sobre magos y videntes, razón y emoción, lógica y locura de amor. Ingeniosa, bien estructurada y con interpretaciones magníficas. Entre las frases de la película, “Cuando el corazón rige la cabeza, surge el desastre”, “Todo mi optimismo fue una ilusión”, “Cada uno de nosotros ha de encontrar una razón para abrazar la vida”.
Hoy era el día de ‘Lo imposible’ y María Belón, a quien tendremos el próximo jueves 11 en el Afterwork APD de Barcelona. Por la mañana, he estado viendo el Chester de Risto Mejide a María (www.cuatro.com/viajandoconchester/temporada-3/programa-9/maria-belon/Charla-integra-Maria-Belon_2_1893180062.html). Media hora larga deliciosa. Posiblemente, a este ritmo, quede “hacer un chester” como mantener una conversación profunda, un dialogo enriquecedor que sea de beneficio mutuo.
“Me voy a las blancas playas de Tailandia, para ver si podemos discernir algo sobre la incertidumbre que se nos viene encima”, escribió María a una amiga. Su preocupación era si Quique, su marido que estaba de expatriado en Japón, se quedaba sin trabajo. Entonces “aprendió” (y con ella, tod@s nosotr@s) lo que es de verdad la incertidumbre.
“Yo no celebro la navidad, no me gusta”, le dijo a Quique. “Cené, tenía dolor de cabeza y me fui pronto a la cama”. El tsunami fue a las 9,45 h. del 26 de septiembre (“¿Tú sabes si servirán canelones?”, le preguntó su marido en el desayuno). Estaban pegándose un chapuzón. “¿Cómo suena un tsunami?”, le pregunta Risto. “Casi como lo oyes en la película”. “Estoy segura de que si una vez se abre la tierra sonará muy parecido”. “Hay un momento como de negación, de que lo que te está viniendo es un monstruo inmenso”. Estaba leyendo ‘La sombra del viento’ (lo acabó 2 años después, por el shock postraumático). “Me agarro a mi libro y veo a mis hijos por última vez: Quique, los niños”. A dos de ellos no los ve en dos días y medio. El tiempo desaparece en esas situaciones. Sus hijos fueron su razón de vivir. En esos momentos, lo mejor y lo peor del ser humano (podemos ser bondadosos o feroces). “El humor es un flotador maravilloso”. “La vida es esto todo el rato; la vida es muy peliculera”. El Goya al mejor director, que Bayona le entregó a María, fue a parar al fondo del mar, en recuerdo de las 250.000 personas que no sobrevivieron. “Nos encanta el agua a todos, pero tardamos un tiempo”. Fue el 26 de septiembre del año siguiente, en la Costa Brava. “¿Eres creyente?”. “Sí, creo en el amor; en el que mueve montañas, en el que hace que la gente haga cosas maravillosas”. “A Quique le quiero más de 1.000 millones de veces más que cuando nos casamos?”.
Como ha dicho Risto, “lo que ha superado esta mujer no cabría ni en 100 programas”. Gracias, muchas gracias, Risto, por esta gran lección de humanidad.
También he estado viendo ‘Lo imposible de lo imposible’ en la web de Telecinco: www.telecinco.es/t5cinema/cine-2012/lo-imposible/Especial-Imposible_2_1894230166.html La tragedia ocurre el 26-IX-2004, pero la historia, para la película, comenzó tres años después, en ‘La Ventana’ de Gemma Nierga. “Te pasarán muchas cosas, mucha gente te llamará”, le dijo Gemma. Belén Atienza, productora, estaba oyendo el programa de radio. Al día siguiente se veía con Jota Bayona y se la contó tan emocionada que el director decidió rodarla (‘El Orfanato’, su film anterior, también trataba de una “madre coraje”). Se reunieron y María contó la historia durante tres horas. Su marido e hijos pusieron como condición: “Sí, pero si tú cuidas el alma de la historia”. La película tiene una fuerza emocional que honra a las 260.000 personas que fallecieron por el tsunami. “Todo el mundo que vea esta película se tiene que ver reflejado”. “Todo lo que encontramos es muerte y devastación; es lo único que encontramos”. Naomi Watts (la protagonista de la cinta) y María estuvieron más de 3’5 horas hablando. Bayona grabó la escena de la ola en la Ciudad de la Luz, en Alicante; y la búsqueda de la familia en la propia Tailandia, en los mismos lugares donde ocurrió en realidad, con extras que fueron víctimas. “Todo el peso de la responsabilidad de contar la historia bien”. “Un ejemplo de superación, de superar los tsunamis que nos envía la vida”. “Cada 26 de diciembre celebramos el cumpleaños de la familia, frente al mar; es la prórroga maravillosa que la vida nos ha dado”. “Somos los mismos, pero con mucho mayor agradecimiento a la vida”.
Una película de 30 M €, con 500 personas en el equipo, un primer fin de semana de 8 M (en total, 130 M €) y, ya en televisión (noviembre de 2014), la cinta española más vista en los últimos 20 años: 6.117.000 espectadores. Premio Nacional de Cinematografía a Bayona, 14 nominaciones a los Goya (cinco premios), además de otras 34 nominaciones y otros 34 galardones.
Después he escuchado la banda sonora original de la película, compuesta por Fernando Vázquez: www.youtube.com/watch?v=pftt4_p-mv8 Pura sensibilidad. 
He releído el libro de la película, escrito por Desirée de Fez, con el guión de Sergio Sánchez y más de 200 fotografías (hablé de este texto en el blog, el 27 de octubre de 2012, con las 20 claves del fenómeno). “La vida no tiene sentido, y al relatarla intentamos dárselo” (Sergio Sánchez). El 11 de octubre de hace dos años, cuando se estrenó la película en los cines de España, estuve en la presentación del libro de Maite Bayona (hermana de Jota), ‘El goce de las pequeñas cosas’: “La felicidad es el estado natural de un corazón que ama”.
Y finalmente, he vuelto a ver ‘Lo imposible’ esta noche. He llorado tanto como la primera vez, cuando la vi en el cine Morasol de la calle Pradillo (estas salas, inauguradas en 1964, no funcionan desde mayo de 2013). Era el último cine de barrio de Prosperidad; en la última década 40 cines madrileños han desaparecido.