Las cuatro preguntas de Davos, los dos brazos de Alá, los cimientos del Talento


Viernes entre Barcelona y Asturias. Esta tarde he tenido el honor de hablar a l@s alumn@s de la Escuela de Turismo del Principado, en plena semana de FITUR. El turismo supone el 12% de la actividad económica en nuestro país y su crecimiento es una de las mejores noticias para salir de la crisis. Sin embargo, debemos mejorar considerablemente en calidad de servicio e innovación, para lo que una adecuada gestión del talento y especialmente el desarrollo del liderazgo a todos los niveles se demuestran esenciales. Con mala calidad directiva podemos acabar con “la gallina de los huevos de oro” y no saldremos de la espiral de turismo low cost de sol y playa. Mi gratitud a quienes apuestan por un modelo de calidad turística basado en el liderazgo.
El Twitter de Bank of America nos ha ofrecido las opiniones de los 2.500 participantes en el Foro Económico Mundial de hace unos días en Davos. Son estas cuatro grandes cuestiones:
-       ¿Tienen las mujeres el mismo acceso al capital que los hombres? El 86% respondió negativamente. La desigualdad de género es una triste realidad.
-       ¿El OSL (Open Source Learning, Aprendizaje de Fuente Abierta) revolucionará la Educación? Para el 86%, sí. No hay más límites al desarrollo del talento que los de las propias creencias.
-       ¿Tiene la sanidad impacto económico en el crecimiento de una nación? El 88% respondió afirmativamente. Las dificultades del “Obamacare” y los recortes en sanidad en Europa desgraciadamente no son buenas noticias.
-       ¿Deberían los gobiernos intervenir en los dispositivos web? El 72% dice que no. La seguridad no puede dominar a expensas de la libertad.
Debates esenciales sobre la desigualdad (de género), las tecnologías y el aprendizaje, la sanidad y el Estado del Bienestar, la libertad vs la seguridad.
He estado leyendo ‘Suníes y chiíes. Los dos brazos de Alá’, de mi buen amigo Javier Martín, con el que disfruté en Israel y Jordania el pasado mes de marzo. Javier es delegado de la Agencia EFE en Israel y Palestina y uno de los periodistas españoles de más prestigio en Oriente Medio. Nunca olvidaré sus explicaciones en Masada, en lo más alto, evocando la Libertad. Corresponsal de guerra en Irak (2003-2005), Líbano (2006), Libia (2011), Siria (2012) y Gaza (2014). Refundó EFE en El Cairo en 2006 y la abrió en Irán (2009-2012). Licenciado en Filología árabe y Hebrea, especialista en chiísmo y autor de varios libros: ‘Hizbulah. El brazo armado de Dios’, ‘Los Hermanos Musulmanes’, ‘La Casa de Saud’, es doblemente finalista del Premio Cirilo Rodríguez al mejor corresponsal en el extranjero.
Se trata de un texto fascinante, escrito por un maestro de la pluma, que conjuga una vocación infinita por el periodismo con un amor a la verdad. La religión fundada por el profeta Mahoma en el siglo VII es hoy seguida por más de 1.500 millones de fieles. La complejidad del Islamismo político suele tratar de simplificarse a un mero enfrentamiento confesional entre suníes y chiíes. Publicado en septiembre de 2008, Javier Martín lo ha actualizado para la segunda edición en diciembre de 2014. Si quieres enterarte de lo que realmente está pasando, ahora que Occidente le ha declarado “la guerra” al yihadismo, éste es el texto que te conviene leer.
Dos brazos de Alá, según los seguidores del Profeta: los suníes y los herederos de Alí. Y un maravilloso Quijote, Javier Martín, que se juega materialmente la vida para contárnoslo día a día y que podamos entenderlo.
Javier tiene (le he observado sobre el terreno) dos cualidades en las que destaca el Comité de Dirección con el que estuve ayer y me parecen muy notables: Empatía y Autocontrol.
La Empatía, la capacidad de sintonizar con las emociones de los demás, es una cualidad que solemos desarrollar en los primeros años de vida, en entornos gratificantes, y que resulta de enorme utilidad. Los psicópatas, aquellas personas sin empatía, pueden parecer más exitosos cuando no le duelen prendas en tomar decisiones difíciles. Sin embargo, con empatía (pilar de todo el altruismo) se llega más lejos y, sobre todo, somos más felices.
El autocontrol, la serenidad, es esencial para que nos controlen las emociones negativas (el miedo, la ira, el asco, la vergüenza, la tristeza, los celos, el bochorno, el desprecio). La serenidad es signo de mesura, de buena educación, de no perder la cabeza ante lo que Kipling llamaba “dos impostores”: la derrota (disforia, desánimo) y la victoria (euforia).
Con empatía y autocontrol, como tiene Javier, como demuestran los directivos mencionados, prácticamente todo es posible. Gracias a ell@s por esos preciados cimientos del talento.