Hoy jueves 16, festividad de la Santa Faz en Alicante, después de las
actividades conjuntas hemos estado en Señoríos de Relleu, la empresa oleícola
de Eliseo Quintanilla Almagro y su familia. Durante más de 15 años Eliseo,
farmacéutico de profesión, investigó las propiedades de la oleuropeína,
presente en las hojas del olivo. Su hijo menor, Hugo Quintanilla, decidió
elaborar junto a la Masía Teuladí, a 10 kilómetros del mar y a 500 metros de
altura, con clima continental de montaña, variedades autóctonas como la
Manzanilla Villalonga, Blanqueta, Changlot Real, Alfafara, Genovesa,
acompañadas de la apreciada Arlequina. Señoríos de Relleu se ofrece en tres
variedades: suave (delicate), medio (coupage) y más fuerte (intense). La botella,
de aluminio (irrompible, ligera, durable, reciclable, cómoda de utilizar) con
un diseño estilo naif de Paula Alenda, resume la historia de esta empresa: la
Masía Teuladí (gorrión en valenciano), los bancales, Eliseo y Hugo, las
variedades autóctonas, los premios, el mar Mediterráneo.
El aceite es símbolo de civilización. Ya sabes que el aceite de oliva,
componente fundamental de la dieta mediterránea, y posee excelentes propiedades
para la salud, especialmente para la piel y el cabello. Entre los beneficios
del aceite de oliva podemos destacar el control del colesterol, gracias al
ácido oleico. Además, posee componentes antioxidantes, útiles para prevenir el
envejecimiento.
De los aceites, el de oliva es el más rico en ácido oleico, grasa
monoinsaturada, con efecto benéfico sobre el colesterol, ya que baja las tasas
de LDL o colesterol malo y aumenta las de HDL o colesterol bueno. Es un gran
protector cardiovascular natural. Los fenoles actúan previniendo el
envejecimiento y mejorando las expectativas de vida.
Por otra parte, favorece la absorción de calcio y la mineralización,
estimulando el crecimiento, además de tener un efecto protector y tónico sobre
la piel y el cabello.
Hemos disfrutado en la propia Masía de un menú “Sensaciones del
Mediterráneo”, ofrecido por el chef David Ariza:
- Magdalenas
de longaniza de Pascua y aceite SdR delicate
- Puré
de tomate asado y aceite SdR delicate con salazones
- Blanquet,
pan, aceite SdR médium y vino
- Alcachofas,
sobrasada y aceite SdR médium
- Habas,
mi-cuit de rape y aceite SdR intense
- Coca
de mollitas, chocolate, cítricos y aceite SdR intense
Mi
agradecimiento a David Ariza, Hugo Quintanilla y Julia, organizadora fantástica
de todo esto.
Me ha recordado esta
cena la película ‘El aceite de la vida’ (Lorenzo’s oil, 1992). La verdadera
historia de Lorenzo Odone y la tenacidad de sus padres por derrotar la
enfermedad. Ignorados por la comunidad médica y negándose a aceptar el diagnóstico
de que su hijo Lorenzo moriría irremediablemente en unos años, Augusto y
Michaela Odone cuestionan los tratamientos oficiales y buscarán por su propia
cuenta algún remedio que pueda salvar la vida de su hijo.
Lorenzo es víctima de
una extraña enfermedad, el ALD (adrenoleucodistrofia).
Una enfermedad que produce una cantidad excesiva de grasas en el cuerpo
causando así daños en el cerebro dando por indicio problemas sensoriales,
motores y de habla, sin cura alguna, causando la muerte rápida y dolorosa de
quien la padece. Sus padres no se resignarán a la muerte de su hijo así que
deciden luchar contra la gran enfermedad a la que se enfrenta su hijo ya que
ningún doctor, especialista, ni hospital les da la ayuda que necesitan para
encontrar la solución a esta horrible enfermedad, el tan ansiado milagro. Tras
entrar directamente en la investigación científica sobre Lorenzo, sus padres
buscan una cura en lo que se llamará luego “Aceite de Lorenzo” y
consiguen que un doctor a punto de jubilar se lance con todo entusiasmo a
sintetizarlo gota a gota, hasta mejorar a su hijo un 80% de esta horrible
enfermedad. Todo un logro.