Las canciones que detectan un estado de ánimo


Segundo día en Aranjuez, en la reunión estratégica con mis compañer@s de Manpower. Me siento especialmente satisfecho y orgulloso de estas dos jornadas tan importantes en las que trasladamos la visión a la realidad.
La “banda sonora” del evento ha sido la de ‘2001: Odisea del Espacio (1968)’. Puedes recordar el tráiler de la misma: www.youtube.com/watch?v=E8TABIFAN4o Se trata de la “Fanfarria” (Sonnenaufgang, Amanecer) de “Also spracht Zaratustra” (Así hablaba Zaratustra), el poema sinfónico de Richard Strauss (1896) inspirada en la obra del mismo nombre de Nietzsche. Como probablemente sepas, era el tema con el que iniciaba sus conciertos Elvis Presley desde 1971 a su fallecimiento en 1977.
La película de Kubrick es una de las obras maestras de la ciencia ficción, por varios motivos: en una cinta de hace 47 años podemos ver iPads y Skype, se abre con el máximo de expectación (la música antes mencionada), fue la primera de esta temática con gran presupuesto, la voz de HAL, los efectos (no digitales), la experiencia trascendente (espiritual). En la premiére del 68, Rock Hudson preguntó: “¿Alguien me quiere contar de qué va esto?”. Pues bien, va de la transformación humana, desde los homínidos a nuestros días.
Hemos preguntado a qué canciones les “sonaba” la actual situación. Además de temas energizantes como Rocky o ‘My way’ (en la versión de Los Piratas), ‘Knockin’ on heaven’s door’ (Tocando a las puertas del cielo) de Bob Dylan, ‘Don’t stop me now’ de Queen o ‘Just my imagination’ de The Cranberries.
‘Knockin’ on heaven’s door’ pertenecía a la banda sonora de ‘Dos hombres y un destino’ (1973), la película de Paul Newman y Robert Redford. De entre sus múltiples versiones, la de Guns & Roses: www.youtube.com/watch?v=zt1R8LQ5-LI Según el biógrafo de Dylan, “es un ejercicio de espléndida simplicidad”. Estamos golpeando a las puertas del cielo.
‘Don’t stop me now’ fue escrita por Freddie Mercury en 1978. “No me pares ahora/ lo estoy pasando genial”.
‘Just my imagination’ fue estrenada por The Temptations en 1971.
Ya en casa, en la serie Modern Family he escuchado una preciosa versión de ‘Is this love?’ (¿Esto es amor?) de Whitesnake: www.youtube.com/watch?v=GOJk0HW_hJw “¿Esto es el amor que estamos buscando?”.
“La música está por encima de toda magia”, escribió J. K. Rowling en su primer Harry Potter. “Habla donde fallan las palabras” (Hans Christian Andersen). “Es el lenguaje del espíritu” (Halil Ghibran). “Actúa como una llave mágica, que abre el corazón más opaco” (Margarita Von Trapp). “Produce un tipo de placer con el que las personas nada pueden hacer” (Confucio). “Puede cambiar el mundo porque cambia a las personas” (Bono). “Es una agradable armonía que honra a Dios y a las delicias del alma” (Johan Sebastian Bach). Porque “la buena música alarga la vida” (Yehudi Menuhin).
En ‘Atrévete a motivarte’ escribíamos sobre los beneficios de un “botiquín musical”. Nuestra recomendación (10B) es ‘Escucha la música que te recarga’:
¿Cuál es el truco de la música? El placer que podemos sentir al escuchar la música que nos gusta provoca en nuestro cerebro la secreción de dopamina, un neurotransmisor que también se libera ante placeres asociados a la alimentación, al sexo, al consumo de drogas o al dinero, según un estudio de la Universidad McGill de Montreal (Canadá), dirigido por  Valorie Salimpoor y Robert Zatorre y publicado en la revista Nature Neuroscience.

El equipo de investigadores midió el nivel de dopamina y la actividad cerebral de una muestra siginificativa de voluntarios que escuchaban música instrumental utilizando aparatos de diagnóstico avanzado por imágenes, como PET y Resonancia Magnética. El escáner mostró que el cerebro de los participantes en la investigación  liberaba más dopamina -el neurotransmisor del placer- cuando escuchaban sus canciones favoritas.  Sea escuchando el ''Adagio para cuerdas'' de Barber, el segundo movimiento de la ''Novena sinfonía'' de Beethoven y el ''Claro de Luna'' de Debussy, la dopamina se liberaba en el momento central de la melodía.

Es un "escalofrío" en la misma región cerebral ligada a la euforia que produce el consumo de cocaína. Y además, unos segundos antes, se produce una descarga de dopamina en el área vinculada a la anticipación y las predicciones. Es decir, el cerebro anticipa el placer que va a recibir. Es la demostración científica de que la música funciona como un generador de placer.
Es impresionante el poder de la música para amplificar nuestras emociones. Somos capaces de llorar con el Adagio de Barber (o con la banda sonora de La lista de Schindler) y de animarnos de repente con la música de La vida es bella. Los directores de cine lo saben muy bien y lo utilizan concienzudamente. ¿Cuál es la banda sonora de tu vida? Tú tienes que elegirla y no puedes permitir que nadie (los medios de comunicación, los expertos en marketing de las grandes empresas o cualquier otra persona) la elija por ti.
Imagínate cantando al menos el estribillo de For once in my life (maravillosa la versión en jazz de nuestra Natalia Dicenta: ), tarareando el estribillo de It’s a beautiful day de Michael Bubblé: “It’s a beautiful day and I can’t stop myself from smiling –es un día precioso y no puedo dejar de sonreir- (www.youtube.com/watch?v=5QYxuGQMCuU), repitiendo aquello de Fangoria (Alaska y Nacho Canut: “No quiero más dramas en mi vida, solo comedias entretenidas (www.youtube.com/watch?v=2mVZvFZSCy4) el “No importa que llueva, si estoy cerca de ti” de los canarios Efecto Pasillo (www.youtube.com/watch?v=gZec7bGJufY) o la famosa canción de Bruno Mars, “Knocked out of heaven”): www.youtube.com/watch?v=e-fA-gBCkj0
Ejercicio: Elige cinco temas que provoquen en ti motivación, que te activen, que te energicen, que transformen tu estado de ánimo hacia la positividad. Como si fueran tus particulares “40 principales”, pero en cinco. Cinco canciones que te motiven, que te impulsen, que saquen lo mejor de ti. No tienen que ser las cinco mejores de la historia, sino cinco canciones que te emocionen positivamente.
De cada una de las cinco canciones, apréndete la letra o al menos buena parte del estribillo. ¿Para qué? Para implicarte personalmente. Si simplemente la oyes, no te compromete. Si las escuchas (pones atención a lo que la letra dice), te implicas más. Si la cantas (aunque “la cantes mal” o no sepas suficiente inglés si la canción es en ese idioma), eres protagonista y no espectador/a. Formas parte de ella. La haces tuya.
Si quieres ir un poco más allá, grábate estas cinco canciones elegidas por ti en un CD o llévalas contigo de otras formas (iPod, etc) mientras paseas o haces ejercicio en el gimnasio al aire libre (no hace falta que, al cantarla, la grites si estás con otras personas). Se dice que “la música amansa a las fieras” (o al menos a la fiera que llevamos dentro) y también es cierto que la música tiene un enorme poder emocional. 
Y cada cierto tiempo (máximo, cada dos meses), cambia al menos una de las cinco canciones motivadoras por una nueva. Así de simple. Esto de “obligará” a mantener la consciencia de lo importante que es elegir la banda sonora (en cada momento) de tu vida.
¿Ideas? En Inteligencia musical, el filósofo, compositor y director de orquesta Íñigo Pirfano nos proponía el 2º movimiento –Andante- del Concierto para Arpa y Flauta KV 299 de Mozart, el 2º Movimiento del Concierto “Emperador” de Beethoven, 4º Movimiento del Quinteto “La Trucha” de Schubert, la Pavana para una infanta difunta de Ravel, el 2º Movimiento del Concierto para Piano y Orquesta nº 2 en Fa Menor de Chopin, el 1º Movimiento del Concierto para Piano y Orquesta nº 2 en Do Menor de Rachmaninov, La Historia del Soldado de Stravinsky, el Oratorio de Navidad de Bach, la Sinfonía nº 7 de Dvorak, Theodora de Haendel, el Réquiem de Mozart, la 3ª Sinfonía de Brahms, Ciclo de Canciones de Rückert de Mahler, La Creación de Haydn y Cossi fan tutte de Mozart. Una excelente selección de música clásica, que despierta las emociones.
Y si prefieres música melódica, en Por qué necesitas un Coach te proponíamos la siguiente “banda sonora”: “El secreto de las tortugas 2010” de Maldita Nerea, “The Best” de Tina Turner, “Subido en el palo” de Peña Suazo y la Banda Gorda, “The Eye of the tiger” de Survivor, “You can call me Al” de Paul Simon, “Sonrisa” de Ana Torroja, “We are the world” de Michael Jackson, “Human” de The Killers, “Viva la vida” de Coldplay, “Just the two of us” de Grover Washington Jr., “We are the champions” de Queen, “Solo se vive una vez” de Azúcar Moreno, “Canta y sé feliz” de Peret, “My way” de Frank Sinatra y “Just the way you are” de Billy Joel.
Escucha la música que te recarga. Disciplínate en activar tus energías en torno a la música que más te gusta y te conviene.


Es un “truco de MOT” de mi buen amigo Christian Gálvez, poner banda sonora a tu talento. Gracias a Manu y a su equipo por dos espléndidos días; a Eva, Inma y María, que se han ocupado de todo.