Este sábado Zoe estaba convocada a las 8’10
de la mañana en San Sebastián de los Reyes para disputar el partido de Liga
contra el Juventud Sanse. Un horario diferente, un día distinto.
Disfruté muchísimo del Fornax 2016 en Lleida,
donde conocí al mago Óscar de la Torre, a la DJ Viki Ramírez que presentó la
conferencia con mi amigo Vicente Javaloyes y a “Aryuna” Alonso Pulido. La
ciudad de los últimos templarios tiene siempre mucho que ofrecernos.
He tenido la oportunidad de leer el libro de
Alonso Pulido, ‘Amor y Humor en la Educación’. Alonso es un sevillano de Dos
Hermanas, nacido hace 42 años, que tuvo éxito trabajando por cuenta ajena y
como empresario, pero a quien no sentirse a gusto con lo que hacía le costó
crisis de ansiedad (cinco visitas a urgencias por taquicardias) y una posterior
depresión que le tuvo en un sofá un año entero. Salió de aquello como el ave
Fénix y decidió darse a los demás, a niñ@s , madres/padres y profesores,
poniéndose un chaleco multicolor que nos devuelve a tod@s a la infancia y nos
remueve la consciencia a base de bien.
Me gusta su método. Nos anima a gritar “me lo
llevo” (y con la mano derecha “llevarnos la idea al bolsillo) cuando cualquiera
de sus lecciones queremos aplicárnoslas, nos recuerda que cuando nos
preguntamos “¿quién soy?” llevamos el dedo índice no a la cabeza, sino al
corazón, nos propone decir “merece la alegría” y no el desgraciadamente
habitual “merece la pena”, define el Ahumor (Amor & Humor) como la
utilización de la mente a nuestro servicio (gratitud, apertura, cariño,
servicio, escucha). “La escuela no debe sólo enseñarnos a ganarnos el pan, sino
a disfrutar de cada bocado”. Mirar a los ojos para sentir de corazón a corazón
(“quien no me mira no me siente”), utilizar conscientemente las palabras
positivas, elegir cómo vivir la vida, liderar mediante el ejemplo (“Si quieres
que sonría, sonríe; si quieres que baile, baila; si quieres que sea feliz, sé
feliz”), saber que la persona más importante del mundo eres tú (me ha recordado
las instrucciones de seguridad en los aviones: ponte primero la máscara de
seguridad para después ponérsela a tus hijos), afilar el hacha, que verdader@s
expert@s determinen tu valor, saborear el silencio, estar “presente” como un
regalo de la vida, pensamiento positivo de verdad (¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte?
Será para bien), sonreír (“un día que no sonríes es un día perdido”, Chaplin),
amar con la emoción y con el cuerpo (“el gesto de amor que no realizas, no
existe”). “Enseñar es aprender de nuevo”. “Todo parece imposible, hasta que se
hace” (Nelson Mandela). “Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por
su habilidad para trepar a un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es un
inútil” (Albert Einstein).
Gracias, Alonso, muchísimas gracias. Tu
sabiduría no es por generación espontánea, evidentemente. En la bibliografía,
te refieres a grandes maestros como Eric Rolf (‘La medicina del alma’), José
María Toro (‘Educar con corazón’), Wayne W. Dyer (‘Tus zonas erróneas’), Eckhart
Tolle (‘El poder del ahora’), Jorge Bucay (‘Cuentos para pensar’), Deepak
Chopra (‘Las siete leyes espirituales de nuestra vida’), Miguel Ruiz (‘Los
cuatro acuerdos’), Masaru Emoto (‘Mensajes del agua’), Luz Albor (‘Cuando el corazón
se expresa’), Guillermo Castillo (‘Filosofía para una vida zen-si-ya’), Carlos
González (’23 maestros, de corazón), Cristian Herrera (‘Método R.I.S.A.’) y
Enrique Simó (‘El regalo de la paz’). ¡Qué equipazo! Así es segura la remontada
hacia la alegría y la felicidad.
En la dedicatoria de su libro, Alonso Pulido
me apunta que nos seguiremos encontrando en los escenarios de cualquier lugar
del planeta. Es seguro, porque ya me tiene como fan. Por cierto, ¿por qué le
llaman “Áryuna”? Como sabes, es uno de los héroes del poema hindú MajaBahrata. Quiere
decir, “claro como el amanecer”. Áryuna era un excelente arquero, arquetipo de
una persona íntegra y equilibrada. Una mente sana en un cuerpo sano, un
combatiente contra la oscuridad. Como Alonso, con su mujer Rocío y sus hijos
Miguel y Rocío, maestr@s de vida para quienes cumple su propósito.