Noche
en el Museo. Ayer cenamos l@ 50 compañer@s de la Dirección de Right Management
en los distintos países de Europa en el Ashmolean, el primer museo
universitario del mundo. Disfrutamos de varias de las salas de esta gran
institución, cuyo edificio neoclásico fue renovado hace apenas cinco años, y de
una exquisita cena (regada con vino español) entre estatuas grecolatinas. La
guinda a tres días de intenso aprendizaje y networking al más alto nivel. De
nuevo, mi gratitud a Ian, Anja, Pierre, Thomas, Maya, Rudiguer (me ha encantado
su concepto de “Smartketing”, el marketing inteligente) y por supuesto Mª José,
una de las mejores líderes empresariales de nuestro país.
Vuelo
de Iberia a las 11,35 desde Heathrow, con media hora de adelanto sobre el
horario programado por llevar “viento de cola” (¡qué fabulosa metáfora!) Si
bien la reunión en Oxford continúa toda la jornada de hoy, nuestro compromiso
con ‘Profes. La buena educación’ en el Cine Fórum APD patrocinado por el Human
Age Institute, un magno evento con 700 personas, me hace adelantar el
regreso.
El
pasado lunes compré en Waterstone’s de Oxford varios libros, entre ellos
‘Happiness by design. Finding pleasure and purpose in everyday life’ (Diseñar
la felicidad. Encontrar el placer y el propósito en la vida cotidiana) de Paul
Dolan, avalado por el premio Nobel Daniel Kahneman y por Nasim Nicholas Taleb
(‘El cisne negro’). El profesor Dolan es experto en sistemas públicos de salud.
Tras recibir un premio en 2002 por su labor, se apuntó a un congreso sobre la
felicidad (que según él “le cambió la vida”) y se fue a trabajar con Kahneman a
Princeton. Lo que expone no es precisamente nuevo, pero está muy bien
estructurado.
Paul
Dolan define la Felicidad como “experiencias de placer y propósito a lo largo
del tiempo”. Muy similar a la definición del exitoso profe de Harvard y ahora
en Wharton Tal Ben Shahar (“experiencia global de placer y significado”) y por
supuesto a la clásica de Aristóteles (la felicidad del gato y del reto). Dolan
no opta por ambas opciones sino que las unifica en su P3: “Pleasure-Purpose
Principle” (Principio de Placer y Propósito). ¿Qué nos hace felices? Los sentimientos ligados a experiencias, como
en un péndulo del placer al propósito. Los griegos llamaban a ese movimiento
“enantiodromia” (la palabra me encanta).
¿Qué
sabemos sobre la felicidad? A partir del DRM (siglas en inglés de “Método de
Reconstrucción del Día”) diseñado por Kahneman y su equipo, hay momentos de
mayor placer y otros de mayor propósito. En una matriz, las personas hedonistas
puntuan alto en placer y bajo en propósito, las idealistas al revés, las
infelices bajo en ambos y las plenamente felices alto en los dos. Así de simple
(evidentemente, vamos cambiando a lo largo de la vida). El ATUS (Informe del
Uso del Tiempo en América) es otro análisis de lo mismo: comer, relacionarse y
ver la tele son más placenteros; el voluntariado, el tiempo con los hijos,
trabajar están más ligados al sentido de la vida. La satisfacción vital en
general tiene que ver con la riqueza, la edad (la base está en los 40-50 de
esta forma de U), la salud, los contactos sociales, la pareja, la educación, la
religión, el empleo y el sano ejercicio físico.
¿Qué
causa la felicidad? Básicamente, a lo que dirigimos atención (lo realmente
importante). “La atención es un recurso escaso”. Paul Dolan nos recuerda el
experimento del “gorila invisible” de Daniel Simons y Christopher Chabris
(Harvard): donde ponemos el ojo ponemos la bala. Ahora bien, hay una atención
consciente y otra inconsciente. Como el sistema 1 y 2 de Kahneman (inteligencia
cognitiva, inteligencia ejecutiva de José Antonio Marina).
¿Por
qué no somos más felices? Básicamente, porque nuestros deseos son erróneos (por
ejemplo, los jardineros son el doble de felices que los bancarios; los
peluqueros y fontaneros, un 50% más que los de RRHH), porque somos poco
auténticos, porque tenemos proyecciones equivocadas, porque nuestras creencias
suelen ser erróneas (desilusión, disonancia cognitiva, teoría de la
atribución), porque esperamos demasiado y aceptamos poco, porque nos
descentramos.
¿Qué
podemos hacer para lograr la felicidad (delivering happinness)? Las 3D (en
inglés Decidir, Diseñar y Hacer). Decidir libremente poniendo atención en
nuestro propio feedback (retroalimentación) y el feedack de otras personas
(evidentemente, para la introspección y el “efecto espejo” el buen coaching
ayuda). Podemos reconstruir nuestra agenda y preguntar a los demás sobre nosotr@s
(la correlación entre opinión propia y ajena es del 0’75). Hemos de no pasarnos
en el esfuerzo (el perfeccionismo es poco saludable).
Para
“diseñar” nuestra felicidad, tenemos que partir de la importancia del contexto,
que es clave. Hemos de marcar compromisos y generar nuevos hábitos. Y para el
“Doing” (Hacer), prestar atención, sentir “buenas vibraciones” (energía
positiva), practicar mindfulness (una mente centrada), escapar de las
distracciones insanas, valorar el tiempo y el dinero, vagabundear mentalmente.
Como
ejemplos de cómo interconectan estas 3 D, la procrastinación (retrasar lo que
hemos de hacer) y el voluntariado. No dejes para mañana lo que puedas hacer
hoy. Ayudar a los demás te hace muy feliz a ti mism@.
Perseguir
la felicidad es un objetivo noble y útil. Al principio y al final del texto,
Paul Dolan nos propone puntuar en placer, propósito y dificultad en alcanzarlo
estos 20 items: ganar dinero, nuevas experiencias, los hijos, pasar tiempo con
ellos, que se vayan de casa, una nueva pareja, dormir más, más sexo, un paseo,
más tiempo con los amigos, una casa nueva, un nuevo empleo, un nuevo jefe,
nuevos colegas en el trabajo, más ejercicio, estar más sano, más delgad@, dejar
de fumar, más vacaciones, una mascota.
Tras
leer a Dolan, voy a retomar las 12 “actividades deliberadas” de la felicidad de
Sonja Lyubomirsky en términos de placer y propósito. Seguro que aparecen ideas
valiosas.
Esta
tarde, Cine Fórum APD en Madrid con la película ‘Profes. La buena educación’ en
el Palafox. Tengo el inmenso honor de moderar una mesa con seis figuras de
primerísimo nivel: por el lado de la educación, Alison Peacock (asesora del
gobierno británico), José Antonio Marina y Carmen Pellicer (Fundación Trilema y
AECOPE); por el de la empresa, Antonio Abril (presidente del Consejo Social de
la Universidad de A Coruña y SG de Inditex), José Longás (CEO y DG de BSH) y
Raúl Grijalba (presidente del Human Age Institute y de ManpowerGroup). La
Educación debe ser la prioridad de nuestra sociedad y está comprobado que es la
inversión más rentable. De sus reflexiones te hablaré mañana en este blog. Mi
gratitud a las tres “reinas magas” que han hecho posible esta maravilla:
Carmen, Loreto y Montse. Y a Enrique, Alison, Antonio, José Antonio, Pepe y
Raúl. Sí, hay humanistas que mejoran el mundo desde la educación y la empresa.
Me encanta estar junto a ell@s.