Curiosidades de la Historia por el Ministerio del Tiempo

Ya sabes que ‘El Ministerio del Tiempo’ es mi serie española favorita. Como muchos lunes antes de las 10 pm no estoy en casa para poder verla, tengo la oportunidad de ver sus capítulos (2ª temporada) en RTVE a la carta (www.google.es/search?hl=es&source=hp&biw=&bih=&q=rtve+a+la+carta+el+ministerio+del+tiempo&gbv=2&oq=RTVE+a+la&gs_l=heirloom-hp.1.1.0i131j0l9.1177.6778.0.9653.11.7.1.2.2.0.920.1104.1j1j6-1.3.0....0...1ac.1.34.heirloom-hp..5.6.1117.1pvvAbJi2iw). Ayer disfruté de ‘El monasterio del Tiempo’, una recreación divertidísima de la llegada de Napoleón Bonaparte a Tordesillas en 1808. Genial Fernando Cayo interpretando al Emperador francés y brillante la vis cómica de Hugo Silva y de Francisca Piñón (Angustias Vázquez), que hace de abadesa. Mi gratitud a Onza Partners (José Mari Irisarri) y al equipo técnico de la serie.
Precisamente he estado leyendo ‘Curiosidades de la Historia con El Ministerio del Tiempo’, escrito por Patricia Álvarez, Irene Godino, Mª Carmen Herranz, Laia San José y Aroa Velasco, un quinteto de historiadoras, documentalistas y redactoras de la serie. Un recorrido por la historia, desde Atapuerca hasta la Transición y la movida. Como escribe Javier Olivares, padre del MdT, en el prólogo: “No hay conocimiento sin divulgación del mismo”, “La calidad sólo está al alcance de quienes se apasionan por su trabajo”, “vivimos en una era de comunicación. Y lo que no se comunica no existe”. Su mayor ilusión es que hay niñ@s y jóvenes que gracias a esta estupenda serie han decidido estudiar Historia.
Entre los centenares de curiosidades del libro, me quedo con estas diez:
- Salario. En la Edad Antigua, la sal valía más que el oro por sus propiedades de conservación de alimentos. Además permitía hacer tintes (como el púrpura), unir el oro y la plata en orfebrería y servía de medicamento.
- Liderazgo. Antes de ser emperador, Julio César llegó a la Península Ibérica en busca de inspiración. En Gadir (Cádiz), donde se encontraba el Templo de Júpiter, se encontró con una escultura de su idolatrado Alejandro Magno. Se puso a llorar y decidió su “carrera profesional”.
- Buena suerte. “Oj-Alá” proviene de “si Alá quiere”, “asesino” quiere decir en árabe “adicto al cáñamo indio”. Además de expresiones y nombres de poblaciones, los árabes que estuvieron en Al Andalus casi 800 años nos aportaron la numeración, el valor nulo del cero y numerosos productos (arroz, café, naranja, limón, alcachofas, zanahorias, berenjenas, albaricoque, azúcar, garbanzos, especias). Eran mucho más higiénicos que los cristianos medievales, que sólo se bañaban dos veces al año (los ramos de novia se crearon para tratar de ahuyentar el mal olor de la contrayente, lo mismo que los abanicos).
- Leyenda negra. Felipe II “el prudente” fue descrito por Inglaterra como un monstruo responsable de los horrores de la Inquisición. La grande y felicísima Armada, que iba a ser liderada por Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, fue llamada “la Armada invencible” por los británicos tras la derrota. María Pita, en A Coruña, mató al alférez inglés durante el intento de asalto a la ciudad gallega y lideró a la población al grito de “Quen teña honra, que me siga”.
- Picaresca. Surge de la falta de dinero de la monarquía a mediados del XVI (el ‘Lazarilo de Tormes’ data de 1554). Los soldados tenían difícil “poner una pica en Flandes”. Ambrosio Espínola (La rendición de Breda, pintada por Velázquez) aportó de su bolsillo gran parte de la fortuna familiar y 1.000 soldados al servicio del rey. Felipe IV fue un sexoadicto patológico con más de 40 hijos y un solo heredero (Carlos II el Hechizado). Las Meninas es considerado “el mejor cuadro de la historia” y Velázquez fue amigo personal del mencionado Felipe IV.
- Talento. Lope de Vega, además de enamoradizo y mujeriego, fue de lo más prolífico (1.500 obras) y sentía aires de grandeza y afán de protagonismo. Sus herederos dejaron de pagar el nicho y sus restos fueron a parar a un osario común (perdidos para siempre). Cervantes acudía a casa del mecenas Jerónimo Velázquez, cuya hija, Elena Osorio, fue uno de los amores más turbulentos de Lope. Es probable que se conocieran. El aspecto de Cervantes nos es desconocido, porque sus retratos son posteriores a su muerte. 
- Empecinado. Hoy empecinarse o empeñarse significa obstinarse. Empecinados eran los naturales de Castrillo del Duero por la pecina (cieno negro), apodados así como personas sucias y poco cuidadas. Juan Martínez Díaz, héroe de la Independencia, cambió el sentido de la palabra por su fama de tozudo.
- Escepticismo. Ramón y Cajal, Nobel de Ciencias en 1906 y padre de la Neurociencia, era un escéptico que gustaba (como Houdini o actualmente Richard Wiseman) de desvelar los trucos de los médiums. Le llamaba la atención “la increíble ingenuidad de los asistentes” y escribió sobre ello en ‘Charlas de Café’ con mucho humor.
- Antipatía. En la reunión entre Hitler y Franco en Hendaya (23-X-1940) los dos dictadores se cayeron fatal. El español hizo una serie de peticiones imposibles; el nazi comentó a Mussolini que, antes de repetir la entrevista, preferiría que le sacaran 3-4 muelas. El acuerdo fue que España entraría en la II Guerra Mundial cuando lo creyese oportuno y a cambio recibiría algunos territorios de África sin especificar. Puro humo.
- Chuletón y movida. A Adolfo Suárez, presidente del gobierno de 1976 a 1981, le llamaron “el chuletón de Ávila” por ser un desclasado y por su coraje. La movida madrileña fue heredera del punk inglés de 1975, se inició en el Rastro en 1977, dio una imagen de modernidad en el exterior y terminó allá por 1986 (cierre de Rockola, cancelación del programa de TV ‘La edad de Oro’, decadencia de la revista ‘La luna de Madrid’). Para un servidor, la movida tiene un acta de defunción: el concierto homenaje a Enrique Tierno Galván el 11 de abril de 1986, que organizamos los universitarios (tuve el honor de ser su último delegado en la UAM y como presidente de AIESEC llevamos la gestión económica del concierto). 8 horas, 16 grupos, 300.000 personas en el Paseo de Camoens. Fue presentado por Alaska, José Sacristán, Moncho Alpuente, Iñaki Gabilondo, Rosa María Mateo, “el Pirata”, Luís Carandell, etc. y contó con la presencia de la viuda de Tierno Galván, Doña Encarnación. Tocaron Muro, Sobredosis, Barricada, Medina Azahara, Luis Eduardo Aute, Javier Batanero, Paca Mancón, Sabina y Viceversa. Hacia las 11 de la noche se produjo una fuerte lluvia y se tuvo que suspender el concierto. Grupos como Burning, Cadillac, La Frontera o La Unión se quedaron sin tocar. Nos fuimos al Elígeme (en San Vicente Ferrer, Malasaña; hoy Taboo, perteneció a Sabina) a celebrar el éxito. El referéndum de la OTAN había sido un mes antes, el 12 de marzo.     

Un libro este de ‘Curiosidades de la historia’ muy entretenido y profundo. Mi gratitud a Aroa, Irene, Laia, Mª Carmen y Patricia por su excelente labor.