La Empleabilidad es sobre todo Actitud

Viernes en Murcia. Salida a las 7 de la mañana desde Alicante, donde llegué anoche desde Madrid (breve paréntesis de cuatro horas, reunión interna con más de 100 profesionales del Grupo).
Hoy ‘Talento en Crecimiento’ en la Universidad de Murcia, como ayer en la Universidad de Alicante. Mi agradecimiento a CEDE por la organización de estos foros multitudinarios con cientos de estudiantes que desean ser buenos directivos en el futuro.
He querido centrarme en mi conferencia en 11 claves para “ser empleable a tope”, con sendas ideas-fuerza.
1. La diferencia está en el Talento, “que es un término de la psicología popular” (José Antonio Marina). Talento como inteligencia triunfante, inteligencia en acción, puesta en valor.
2. La actitud marca la diferencia. He comentado el modelo del iceberg (Lyle Spencer), con la aptitud (conocimientos, habilidades) por encima del agua y la actitud (autoimagen, rasgos de personalidad, valores, motivaciones personales) bajo la superficie. El Talento se compone de Capacidad (Aptitud + Actitud) por Compromiso (la energía que le ponemos a un proyecto) en el Contexto (Cultura, Clima, Compensación y Cooperación) adecuado. El Talento se concreta en un Perfil; la Organización, en un Mapa de Talento.
3. La actitud es posterior a la aptitud. En palabras de Emilio Duró, “no hay nada más peligroso que un tonto motivado”. Primero, los conocimientos y habilidades, que son imprescindibles. Porque la ignorancia es muy atrevida.
4. El lenguaje del talento son las competencias. Me he referido a David McClelland, padre de la motivación y de la gestión por competencias. La “entrevista de incidentes críticos” (BEI, en inglés) analiza situaciones recientes y pregunta al candidato qué pensó, qué sintió, qué dijo y qué hizo. Es el triángulo de la Actitud (emociones, lenguaje, postura) con el foco en el centro.
5. Emocionarse es esencial. Las emociones son reacciones de corta duración a un estímulo. He hablado de Daniel Goleman (Inteligencia Emocional) y de ‘Inside Out’, la película de Disney-Pixer.
6. El poder del lenguaje. “El sí te cambia la vida” (Lydia Mudarep). Luis Castellanos y su equipo (‘La Ciencia del Lenguaje Postivo) nos recomiendan un “plan de vuelo” en tres fases: consciencia sobre nuestro lenguaje, regularlo mediante entrenamiento (coaching) y arraigar nuevos hábitos (recordemos que según Jane Wardle, del University College de Londres, necesitamos 21 días para interiorizar hábitos sencillos, 66 para hábitos complejos y 90 para muy complejos.
7. La postura dominante. Amy Cuddy (Harvard) y su “power pose” (la postura de poder: alto o bajo). Amy apela a la “mujer maravilla” para que nos sintamos bien.
8. Foco: el lugar de la consciencia. Atención sobre un@ mism@ (fluidez) y sobre l@s demás (modelo SCARF de David Rock: Estatus, Certidumbres, Autonomía, Relación, Equidad).
9. Los hábitos de las personas originales. Según Adam Grant (Wharton), las personas inconformistas, que aportan valor procrastinan (es un vicio para la productividad pero una bendición para la creatividad, porque empiezan rápido pero se toman tiempo al final), tienen confianza (en sí mismas, no necesariamente en sus ideas) y generan muchas ideas (la cantidad lleva a la calidad).
10. El talento es móvil. Carol Dweck (Stanford) nos ha enseñado que respecto al talento debemos tener una “mentalidad de crecimiento” y no una “mentalidad fija”. El talento que no se aprecia, se deprecia. El Talento, o es en Crecimiento (sinónimos) o no es Talento.
11. El honor. “El éxito sin honor es el mayor de los fracasos” (Vicente del Bosque). Como seres humanos, tenemos derechos (dignidad, respeto) y también deberes con los demás (el honor).


Me gustan mucho las iniciativas de ‘Talento en Crecimiento’ en las que el Human Age Institute colabora con CEDE.