Deliciosos hábitos
los de los domingos primaverales: levantarme sin despertador, desayunar cerca
de casa, leer la prensa (El País, El Mundo, La Vanguardia), ver algún capítulo
de mis series preferidas en Yomvi, comer en casa de mi hermana Cristina con mis
sobrinas y mi cuñado, siestita, contactar con Zoe para que me cuente qué está
haciendo por los Alpes, la lectura de un buen libro… “El hábito es el animal
que llevamos dentro” (George Perros, escritor francés, 1923-1978).
Esta mañana, el
tema ‘Born in the USA’, de Bruce Sprigsteen: www.youtube.com/watch?v=EPhWR4d3FJQ
Anoche varios
compañeros nos “wasapeaban” desde el Santiago Bernabéu porque disfrutaban de lo
lindo con el concierto de Bruce Springsteen, “The Boss”. A sus 66 años, después
de más de tres horas y media, consigue agotar al público y él sigue tan fresco.
Jorge Carretero,
mentor del Human Age Institute, y un servidor escribimos sobre los trucos de
motivación de Bruce Springsteen en nuestro libro ‘Atrévete a motivarte’. ¿Qué
le motiva al Boss? “De lo que vamos mi banda y yo es de un sentido de
responsabilidad”. Su vida y sus canciones están basadas en la lealtad, el
respeto y el compromiso. “Springsteen nunca ha renunciado a la creencia del
poder redentor de la música, siempre que se haga con pasión”, ha escrito
Richard Williams. Lo que más le interesa a Springsteen mediante su música es la
distancia entre “el sueño americano” y la realidad. Magela Ronda, su biógrafa, considera que lo que
define a esta estrella del rock es su compromiso social, dentro y fuera del
escenario. En sus palabras, “Bruce es
una forma de entender el mundo, es una filosofía de vida, una manera de encarar
y atacar las dudas, los conflictos, el futuro… Es tomar partido y luchar por lo
que uno cree justo y honesto. Y todo eso transmitido entre risas, con alegría y
sobre todo con rock and roll.”
El propio Boss ha dicho: “La mejor música está ahí para proveerte de algo con
lo que enfrentarte al mundo”.
Compromiso: una seña de identidad del recientemente fallecido Miguel de
la Quadra-Salcedo. Reportero, promotor cultural, atleta, Miguel de la Quadra
consiguió nueve campeonatos de España de atletismo y participó en los Juegos
Olímpicos de Roma, 1960. De 1961 a 1963 trabajó en el Amazonas como
etnobotánico para el gobierno colombiano. Regresó a España como reportero y
filmó el fusilamiento de 300 prisioneros en el Congo. Cubrió la guerra del
Vietnam y el golpe de Estado de Pinochet. Desde 1979 fundó “Aventura 92”, que
posteriormente sería la Ruta Quetzal. A decir de sus mejores amigos, lo que definía
mejor a Miguel de la Quadra Salcedo era precisamente su Compromiso. Amante de
la aventura y de la historia, de España y América, inculcó en miles de jóvenes
la pasión por vivir. “Austero, recio y pudoroso, se desenvolvía mucho mejor en
la adversidad”.
Como sabes muy bien, el Talento se compone de Capacidad y de Compromiso,
en el Contexto adecuado. El Compromiso es la energía que le pones a un proyecto
(de hecho, cuatro energías: física, mental, emocional y de valores). Y se
reduce cuando nos sentimos exhaust@s, descentrad@s, desanimad@s, desconectad@s
de nuestros valores personales.
En términos hormonales, el compromiso tiene que ver con la testosterona,
más presente en los varones pero también en las mujeres. Lo que recomiendan los
expertos en cuidar la alimentación (más grasas; de las saludables, claro está),
no evitar el colesterol, consumir zinc (pescado, carne, queso) y vitamina D
(exposición solar), empezar el día con zumo de naranja, limitar el azúcar,
reducir el estrés, ir al gimnasio,
descansar más y dormir mejor.
Como Bruce Springsteen y Miguel de la Quadra, te com-prometes (te
prometes con) proyectos y con personas, con tus auténticas prioridades. Es
cuestión de lo que Silvia Damiano, en ‘Implícame’ (Engage Me) llamó “las 3 E”.
En inglés, Enjoy (disfrutar con lo que haces), Emotional connection (sentirte
conectad@ con proyectos y personas), Empowerment (sentirte con autoridad para
realizar lo que quieres). Fácil de decir, no tan sencillo de mejorar. “El
compromiso se libera en el trabajo, en el juego, en el amor” (Anne Morris).
Sí, aumentar el compromiso es liberar energía, convertir energía
potencial en energía real, porque la energía, como bien sabes, ni se crea ni se
destruye, sólo se transforma (ley de conservación de la energía). Como la
canción de Jorge Drexler, ‘Todo se transforma’: www.youtube.com/watch?v=QfhEKpFiepM La letra dice:
“Tu
beso se hizo calor,/ luego el calor, movimiento, / luego, gota de sudor/ que se
hizo vapor, luego viento/ que en un
rincón de La Rioja/ movió el aspa de un molino/ mientras se pisaba el vino/ que
bebió tu boca roja./ Tu boca roja en la mía,/
la copa que gira en mi mano,/ y mientras el vino caía/ supe que de algún
lejano/ rincón de otra galaxia,/ el amor que me darías,/ transformado, volvería/
un día a darte las gracias./ Cada uno da lo que recibe/ y luego recibe lo que
da,/ nada es más simple,/ no hay otra norma:/ nada se pierde,/ todo se
transforma./ El vino que pagué yo,/ con aquel euro italiano/ que había estado en un vagón/ antes de estar
en mi mano,/ y antes de eso en Torino,/ y antes de Torino, en Prato,/ donde
hicieron mi zapato/ sobre el que caería el vino./ Zapato que en unas horas/ buscaré
bajo tu cama/ con las luces de la aurora,/ junto a tus sandalias planas/ que
compraste aquella vez/ en Salvador de Bahía,/ donde a otro diste el amor/ que
hoy yo te devolvería.../ Cada uno da lo que recibe/ y luego recibe lo que da,/ nada
es más simple,/ no hay otra norma:/ nada se pierde,/ todo se transforma.”
Efectivamente: nada es más simple, no hay otra norma; nada se pierde,
todo se transforma.
Te sugiero, humildemente, que pienses en qué quieres transformar tu
propio mundo. “Be the Change you want to see” (Gandhi).