Raúl
Grijalba ha insistido en la importancia de un mercado laboral eficiente y
seguro, ha apostado decididamente por la flexiseguridad y ha pedido un gran
pacto por la empleabilidad que implique a partidos políticos, empresas y la sociedad
en su conjunto. De él es un excelente capítulo en el mencionado libro sobre
‘Desajuste de talento en el mercado laboral’. La extraña combinación entre un
nivel de desempleo nacional asfixiante (con datos en el mundo y en nuestro
país), las reformas y los nuevos paradigmas, y la pedagogía para empresas.
Gracias, Raúl, por un texto enormemente clarificador.
Salvador
del Rey ha mencionado el Balance de la Reforma Laboral que aparece en el libro,
a partir de una encuesta a una muestra representativa de empresas. El resultado
es moderadamente positivo. Las oportunidades de mejora están más en la
aplicación en los tribunales, en las normas (ha reclamado un esfuerzo de
calidad legislativa para mejorar la claridad) y en el efecto de la proactividad
de la norma laboral. Necesitamos, según este ilustre jurista, fórmulas nuevas
de control por las nuevas tecnologías para la productividad y una mejor gestión
del salario variable. También se ha referido al Régimen Disciplinario (apenas
el 20% de los despidos por bajo rendimiento se han considerado procedentes) y a
la nulidad de los despidos colectivos. Sí es una buena noticia cómo nuestra
legislación recoge un “tercer género” entre el autónomo y el asalariado. La
diferencia entre 2012 (una reforma como respuesta a la crisis económica) a
ahora (crisis en el mercado de trabajo) es el factor disruptivo de las nuevas
tecnologías. “¿Las máquinas o nosotros?”. Tanto EEUU (inversión en Inteligencia
Artificial y Robótica) como China (plan 2025 de desindustrialización prematura)
apuestan por la robotización. El coste de los robots se ha reducido en un 20% y
el rendimiento ha aumentado un 5%. Para duplicar la productividad, los humanos
tardamos una década y los robots 4 años. Si antes un robot se amortizaba en 5
años, ahora en la tercera parte. Ahora el 8% de los trabajos lo pueden hacer
los robots; en 2020, el 26%.
Juan
Rosell, que ha leído el pasado fin de semana, lo ha recomendado
encarecidamente. Nos ha recordado que desde 1995 hemos tenido 50 reformas
laborales y ahora contamos con más de 7.000 normas comunitarias, nacionales, de
comunidades autónomas y locales. Lo necesario es un equilibrio entre la
legalidad y la realidad, con normas concretas, fáciles y que todos entiendan
igual. “Lo bueno es hacer las reformas
antes de la crisis”, como hizo Alemania a finales del siglo XX. Por ello en
2009, cuando su PIB cayó un 5’5%, el empleo cayó… un 0%. España, con una caída
del PIB del 2’7%, hundió su empleo un 7%. “Hemos de acabar con los parches”.
Una
presentación muy interesante, en la que curiosamente no se ha mencionado ni una
vez la palabra Talento.
He
estado leyendo el libro sobre el ‘Mercado Regulatorio de Recursos Humanos’.
Además de la encuesta sobre la reforma del mercado laboral y el impacto de las
nuevas tecnologías, y el mencionado capítulo inicial de Raúl Grijalba, muy
interesantes los de Alfonso Callejo y Álvaro Núñez (Acciona), Jesús Izcúe
(ArcelorMittal), Juan Chozas (Bankia), Juan Ignacio Lamata (El Corte Inglés),
Miguel Ángel Aller (Gas Natural Fenosa), Jesús Murciano (Grupo Eulen), Alberto
Unzurrunzaga (McDonald’s), Luis Miguel García (Nestlé), Antonio Freije (ABB),
Luis Blas (Altadis), Óscar Cuadrado (Áreas), José María Monge (BBVA), Andrea Lo
Faso (Endesa), María Elena Sainz (Mapfre), Dolores Sarrión (Indra), Héctor
Hernández (Mercadona), Bernardo Quinn (Telefónica) y una contribución final de
Salvador del Rey. Mi agradecimiento a Pablo Pastor, Director del Instituto
Cuatrecasas, por la coordinación del libro. Ha sido estupendo poder charlar con
estos DRH, con mi buen amigo Agustín Aguilar y con José Luis Larrea, entre
muchos otros.
Ya en casa, el Bayern de Munich contra el Atlético de
Madrid en el Allianz Arena, recordando cuando vimos el pasado verano varios
partidos allí con Zoe. En diez días, estará en casa para pasar el puente de San
Isidro.