Segunda jornada de Coaching de Equipo con un
Comité de Dirección muy especial. Mi gratitud al DG y su equipo, con quienes he
disfrutado enormemente. Estoy profundamente convencidos de que están en un
camino para pasar del sobresaliente (que este CD ya ha obtenido) a la matrícula
de honor. Y vuelta a Madrid esta tarde de viernes para llegar sobre las 8 de la
tarde.
He estado leyendo ‘Dejar ir’ del Dr. David R.
Hawkins. Pionero de la investigación de la consciencia, el Dr. Hawkins acapara
más de 40 años de práctica clínica y de conexión cuerpo-mente.
“Dejar ir” es como el cese fulminante de una
presión externa o la caída de un peso. Habitualmente gestionamos los
sentimientos desde la supresión y la represión, la expresión y el escape. Estos
mecanismos generan estrés. El mecanismo de “dejar ir” es entregarse, la
aceptación (en inglés, “surrender”). En libros anteriores, David Hawkins
estableció una escala de emociones, desde las energías más elevadas a las
inferiores.
- Paz (600)
- Alegría (540)
- Amor (500)
- Razón (400)
- Aceptación (350)
- Voluntad (310)
- Neutralidad (250)
- Coraje (200)
- Orgullo (175)
- Ira (150)
- Deseo (125)
- Miedo (100)
- Sufrimiento (75)
- Apatía (50)
- Culpa (30)
- Vergüenza (20)
La Apatía y la Depresión. Es el “no puedo”
frente al “no quiero”. Una tendencia es culpar a otros. El sufrimiento:
gestionar la pérdida. El miedo: frente al miedo, el poder curativo del amor. El
deseo, que va desde lo leve a la obsesión: Tener-Hacer-Ser. La Ira.
El orgullo: el orgullo carece de amor,
esencialmente destructivo. Lo que es digno de nuestro amor y respeto no
necesita defensores. El coraje es “yo puedo”; aumenta nuestra autoestima, el
énfasis está en el hacer. Dedicamos energía, tiempo y esfuerzo. Ya no tenemos
que ser victimas, es posible la libertad.
La aceptación: en la aceptación vivimos la
experiencia de la armonía. Nos sentimos seguros, todo está bien. Hay alegría,
nos sentimos en sintonía y relajados. Comenzamos realmente a entender el amor. Podemos
perdonar nuestro pasado y el de los demás y sanar algunos resentimientos.
Tenemos la certeza de que nuestras necesidades serán satisfechas.
El amor es una forma de ser, un estado de
ser. Es en lo que nos convertimos siguiendo el camino de la entrega. Cuanto más
amamos, más podemos amar. El condicionamiento es holístico. El corazón sabe. La
mente discute, pero el corazón sabe y continúa. El amor es la ley suprema del
universo.
Sin un cambio de consciencia, no hay
verdadera reducción del estrés.
Me gusta el concepto de aceptación, de “dejar
ir”. Así nuestra capacidad de amar es mayor de lo que soñamos. A medida que
soltamos, accedemos a nuestro poder. El objetivo de dejar ir es la eliminación de
todo origen mismo de todo sufrimiento y dolor.
Muy reveladoras las investigaciones del Dr.
Hawkins sobre la necesidad de dejar ir, de la aceptación, en lugar de la lucha
por algo que puede provocar, precisamente, que las cosas no ocurran.