Hoy merecemos estar tristes por la pérdida de
Carles Capdevila. Se nos ha ido a los 51 años. Este periodista de prensa (fundador
de Ara), radio y televisión, guionista, conferenciante, divulgador en suma, gran
persona, nos deja su legado. Y como decía mi buen amigo Juan Luis Galiardo, uno
nunca se va mientras le sigan recordando.
Me hablaron maravillosamente de Carles
Capdevila i Plandiura dos personas extraordinarias y entrañables, Carmen Bieger
(Fundación Atresmedia) y Leo Farache (Educar es Todo). Vi sus vídeos y,
precisamente en el último ‘Gestionando hijos’ celebrado en Madrid (al que acudí
con mi hija Zoe un sábado por la mañana en el cine Palafox) pudimos escucharlo
directamente. Nos habló, humorísticamente, del papel “irrelevante” del padre
cuando nace una criatura. ¡Qué sentido de humor! ¡Qué divertido! Y con más
razón que un santo…
Premi Nacional de Comunicació de Catalunya
2016, me dio mucha alegría saber que en el pasado Sant Jordi fue uno de los autores
de más éxito con sus libros ‘La vida que aprenc’, ‘Educar millor’ y ‘Entendre
el món’. Su tema (educar a los hijos) y su forma de tratarlo son muy
especiales. Por si no lo has visto (o quieres revisitarlo), aquí tienes su
monólogo de julio 2015, ‘Educar con humor’ en Gestionando hijos Barcelona: http://verne.elpais.com/verne/2015/09/29/articulo/1443539422_465488.html Aficionado a la educación, por ser padre de cuatro
niños. “Si alguien tiene duda por la diferencia entre niño y adolescente, en
casa tenemos dos de cada. Esta noche cuando llegue a casa dos me abrazarán y
dos no”.
Más de 20 años de experiencia paternal, una
estructura tipo El club de la comedia y cinco claves (cinco sentidos) que destaca Ana Marcos en este artículo
de Verne:
1.
Sentido Común. Para
intentar aproximarse a su meta aplica el sentido común necesario para que un
padre se replantee si es necesario repetirle 27 veces a sus hijos que se vayan a
dormir, por ejemplo. "Tal vez es que no entiende tu idioma", dice con
retranca durante la ponencia. Lo importante son las reacciones de l@s
madres/padres, no lo que dicen.
2.
Sentido del ridículo.
El segundo sentido en el que confía Capdevila: “Padres bajitos que llegan al
médico y no entienden por qué su hijo es bajito. Esto ocurre. Y claro el
pediatra acaba mirando a ambos y diciéndoles: 'Felicidades, el hijo es suyo”.
No del vecino, que juega al baloncesto.
3.
Sentido del deber y la responsabilidad. Es decir, aquel que debería servir para que
una pareja se pregunte si merece la pena verbalizar la frase ‘¿Tener hijos te
cambia la vida?’. “Pobrecitos, mejor que no tengan”, termina por decir el
periodista en la ponencia. “Esta resistencia a ser padres y no querer cambiar
me sorprende, porque es imposible”. En casa hemos prohibido la democracia,
porque una vez votamos y ganaron los cuatro niños.
4.
Sentido moral. Se
refiere a los valores, los que según Capdevila dependen mucho de la emulación,
de la imitación. “A veces los roles los confundimos por la excesiva entrega”,
plantea.
5.
Sentido del humor.
Es el que vertebra su filosofía educativa. “Los padres motivados tenemos
ciertos complejos o ansiedades fruto de saber tanto”, dice, “y a mí lo que me
apetece es que hablemos de educación y que a la vez nos divirtamos”.
Rodeado de madres y padres que han
descubierto en internet una nueva manera de compartir sus experiencias, el
periodista cree que esta plataforma sirve para difundir experiencias de una
manera más rápida y sencilla. "A veces te ayuda más otro padre o madre que
un psicólogo o un pediatra", opina. “Además, estamos más informados, a
veces demasiado. Creo que Google es una maravilla y también una fuente de
preocupaciones infundadas”. La sobredosis de información, métodos y consejos
pueden tener también consecuencias negativas. "Nos puede acomplejar, nos
rebaja la autoestima. Es mejor estar informado pero ser padre o madre requiere
espontaneidad, alegría, seguridad, sentido común”.
“Yo desayuno siempre Dalsy con un croissant.
Un día lo prohibirán porque algo tan bueno no puede ser legal”.
Paternidad era, para Carles, “espabilar a los
pequeños e intentar controlar a los
mayores (adolescentes)”. Humildad, “porque es muy difícil”. “Si fuera cierto,
un adolescente no tendría ningún peligro, porque no queda con nadie, haciendo
nada y yendo a ninguna parte”. Nos decía que ciert@s madres y padres tenemos
“el récord de la motivación”, por tratar de saber tanto.
Como decía Carles Capdevila, “educar cada día
es más difícil”, pero si lo hacemos con sentido del humor, nos resultará mejor.
Gracias, infinitas gracias, por todo lo que
nos has enseñado. El humor, el amor (el “Ahumor”, como dice el fantástico
Antonio Pulido) mueve el mundo. “Tenemos que contarnos cosas bonitas”.
Hoy he almorzado en la arrocería DUNA de El Saler, frente a la playa, con un
cliente que se ha convertido en amigo y que está luchando por la vida como un
jabato. Antes, coaching también en Valencia con uno de los directivos con más
potencial de la banca española. Puro disfrute. ¡Qué bonita es la vida!
Creo que hoy toca, en honor a Carles
Capdevila, una canción de Serrat: ‘Esos locos bajitos’ www.youtube.com/watch?v=98AZoTWpsgc
Después del legado de Carles, un@ se toma la m/paternidad de otra manera.