Sábado de descanso mediterráneo (sol, paseo,
arroz) antes de la final de la Champions, el partido de fútbol más importante
del año. Cristiano Ronaldo frente a Buffon.
Ayer Jordi Quixano escribía en El País
‘Valverde da el perfil’: http://deportes.elpais.com/deportes/2017/06/01/actualidad/1496339083_075131.html
Si bien Luis Enrique ya había advertido a sus
jefes el verano pasado que era su última temporada en el Barça, podía cambiar
de opinión (por ejemplo, si ganaba todo) o ser destituido después de navidad si
los resultados no acompañaban en las distintas competiciones. En marzo se puso
a trabajar para encontrar su sucesor la comisión deportiva formada por el
presidente Bartomeu, el VP deportivo Jordi Mestre, el directivo Javier Bordas,
el director de Deportes Profesionales Albert Soler y el director de fútbol Raül
Sanllehí. Lo primero que hicieron fue elaborar un perfil (un Modelo de
Liderazgo Propio, diríamos en el mundo empresarial), con las características
que debía mostrar el nuevo entrenador. Pronto se dieron cuenta de que ese súper-técnico
no existía. “Se acabó priorizando y Ernesto Valverde era el que más exigencias
cumplía”.
¿Cuáles eran los requisitos del perfil? De
Luis Enrique les había molestado la mala relación con la prensa y con la FIFA
(no acudió al premio al mejor entrenador). Cuando el presidente del FCB le
presentó, adelantó varias claves: “Buscábamos un entrenador que tuviera el
perfil Barça, el concepto del juego, alguien al que le gustara el fútbol base y
esté dispuesto a trabajar. Tiene conocimiento en gestión de equipos y una
filosofía parecida a nosotros. Incluso en su forma de ser. Y es un amante de
las nuevas tecnologías”.
Así, en una primera instancia la lista fue
amplia, con todo tipo de entrenadores. En la criba inicial, Robert Fernández
(director deportivo) descartó aquellos que no conocían la casa (aptitud:
experiencia) y sobre todo los que anteponen su figura personal al colectivo
(actitud). “Queríamos una persona capaz de gestionar un vestuario como éste sin
querer ser protagonista”. De la lista “cayeron” nombres como Klopp, Sampaoli o Conte…
Es más, “Aquí los activos del club y por lo que se paga amortización son los
jugadores. Y el entrenador más que actor principal debe quedarse en un segundo
plano, aunque saque mano dura cuando la situación lo requiere”. Los tres
finalistas, tras descartar a Koeman y Óscar García, fueron Unzue, Eusebio y
Valverde.
Decidido por Robert que su amigo Ernesto era
el ideal, la comisión dio su aprobado y contactaron con el agente, Iñaki Ibáñez,
a finales de marzo. “No hablamos directamente con Valverde hasta que acabó la
temporada”. “A finales de la semana pasada, sabiendo que el Barça estaba
interesado, le dije a mi agente que aceptábamos y el pasado lunes hablé por
primera vez con Robert”, confirmó Valverde en su puesta en escena como
azulgrana.
Ernesto Valverde aceptaría con una condición:
llevar con él a su equipo (no hay líder sin equipo ni equipo sin líder”): a su
segundo (Jon Aspiazu) y a su preparador físico (José Antonio Pozanco, Ros, exjugador
de la Masía que dejó el balón a los 21 años por un problema coronario). Valores:
“Puede utilizar el sistema que quiera, pero aquí hay unos automatismos y unos
principios que en esta casa se utilizan desde prebenjamines”. Una misión centrada en la confianza en el fútbol base.
Visión de futuro: “Ganarlo todo”.
El “txingurri” (hormiga, en euskera, apodado
por Javi Clemente en el Espanyol) ha firmado con el Barcelona un contrato de
dos años con la opción de prorrogarlo uno más. Es un coach discreto, gran
lector, que disfruta de la fotografía como su gran pasión. Desde hace un tiempo
le ha dado fuerte por el ajedrez y por las excursiones en bici. Un tipo de
normal, que es un gran elogio en esta cultura del espectáculo. Según sus
amigos, decidió hacerse entrenador por lo que aprendió con Cruyff de 1988 a 1990
(sólo pudo disputar 22 partidos por las lesiones). Desde niño, instruido por el
padre de Aitor Karanka e influido por Clemente, Irureta, Heynckes y Amorrortu.
Bartomeu: “Buscábamos un entrenador que
tuviera el perfil Barça, el concepto del juego, alguien al que le gustara el
fútbol base y esté dispuesto a trabajar. Tiene conocimiento en gestión de
equipos y una filosofía parecida a nosotros. Incluso en su forma de ser. Y es
un amante de las nuevas tecnologías”. Y también innovaciones: no practica el
4-3-3 tan propio del club, sino el 4-2-3-1; tampoco obliga a sacar el balón
desde atrás y gusta de extremos abiertos y veloces.
Extremeño de Viandar de la Vera (9 de febrero
de 1964), su carrera ha estado entre Barcelona y Bilbao. Tras colgar las botas
(1997), Ernesto Valverde aceptó formarse como técnico en un cadete del Athletic
y ascendió categorías hasta hacer de segundo de Txetxu Rojo en el primer
equipo. Luego aceptó ir a la dirección deportiva del Athletic junto a Andoni
Zubizarreta (cuando Zubi fue director deportivo del Barça le llamó en dos
ocasiones para ofrecerle ser entrenador, pero Bartomeu decidió traer al Tata
Martino y en la otra ocasión EV le había prometido al presidente del Athletic
que continuaría un año más). En los últimos 14 años como entrenador, Valverde
ha estado en el Athletic seis, en el Olympiacos (3 años), Espanyol (dos) y una
temporada en el Villareal (2009-2010), en el Valencia (2012-2013) y un año
sabático (2005-2006).
Valverde tiene la aptitud (conocimientos, experiencia) y la actitud (humildad, orientación a resultados) que configuran su capacidad. Encaja en la cultura y los valores del F. C. Barcelona (ha sido jugador, defiende el fútbol base y en cierto modo el estilo de juego, es discípulo de Cruyff). Respecto a su compromiso, lo ha demostrado en el pasado. Por tanto, su Talento es incuestionable para el puesto.
En otro orden de cosas, he estado leyendo el libro póstumo de Ulrich
Bech, ‘Un mundo en metamorfosis’. El sociólogo alemán fallecido en 2015
consideraba que “el mundo está desquiciado” (en su doble acepción de fuera de
límites y alocado) y prefería hablar de “metamorfosis” que de cambio,
transformación o revolución. La vieja “imagen del mundo” se ha marchitado. El
imperativo categórico (Kant) de la responsabilidad parental se está
desmoronando. El cambio climático (peligro global) no es la catástrofe, sino el
anuncio de la misma. La sociedad del riesgo, con su optimismo tecnológico
determinista, es agente de la metamorfosis. La desigualdad significa pasar de
clase social a clase de riesgo. La política de la invisibilidad transforma la
noción de poder (en “la era de la incertidumbre prefabricada”). El
catastrofismo se vuelve emancipador. La construcción digital metamorfosea la
“reputación” o “notoriedad”. Las instituciones funcionales fracasan y, en el
metapoder, vivimos la metamorfosis de la nación y de las relaciones internacionales.
De las Naciones Unidas (ONU) pasamos a las “Ciudades Unidas” (comunidades cosmopolitas).
Sí, así es el cambio de era. La esperanza, pese a todo, está en el Talento,
individual y colectivo. Acabamos de verlo tras el anuncio del presidente Trump
de no suscribir el acuerdo de París contra el cambio climático. Sólo le ha
apoyado su “socio” Putin.
La canción de hoy, ‘Ella’ de Alejandro Sanz,
reinterpretada 20 años después por 17 artistas: http://cadenaser.com/ser/2017/05/19/cultura/1495192521_940735.html
‘Más’ (con canciones como ‘Corazón partío’) es el disco más vendido de la
historia en España. El próximo 24 de junio (San Juan), Alejandro tocará en el
estadio Vicente Calderón, con amigos como Pablo Alborán, David Bisbal, Shakira,
Juanes, Malú, Antonio Orozco, India Martínez, Antonio Carmona, Pablo López,
Laura Pausini o Niña Pastori. Las entradas para ese
concierto, ‘Más es más’, se agotaron en media hora.